Falleció este jueves la señora María Altagracia Pérez Pintado, viuda de Marranzini.
Mary, como era conocida, nació en Santo Domingo, República Dominicana, el 20 de septiembre de 1926, fruto del matrimonio entre Celso Pérez y Carmen Pintado.
Asimismo, fue la fundadora y presidenta de la Asociación Dominicana de Rehabilitación, una institución sin fines de lucro con décadas de servicio a favor de la atención de personas con discapacidades físicas y cognitivas.
Se casó con Constantino Marranzini, procreando una familia de cuatro hijos Celso José, Constantino, Alfredo y Andrés.
También fue abuela de 14 nietos y acunó a 28 biznietos.
Celso, primogénito de Mary, la definió como “una mujer menuda y serena, a la vez que enérgica y de fuertes convicciones, tesonera y perseverante, que con su actuación diaria personificaba la palabra solidaridad”.
Una de las principales preocupaciones de doña Mary, fue brindar a las personas en situación de discapacidad la posibilidad de ser autosuficientes e insertarse en la sociedad como entes valiosos y productivos.
En su intervención en el Club Rotario de Santo Domingo el 28 de julio de 1959 ella dijo: “El verdadero concepto de rehabilitación se basa en la filosofía de que la persona con discapacidad, debe hacérsele lograr el máximo de independencia que sea posible alcanzar”, y ese fue el sentido que doña Mary le imprimió a Rehabilitación y permanece como filosofía institucional.
Las honras fúnebres se llevarán a cabo en estricta intimidad familiar y se avisará a la comunidad la fecha de una misa en su memoria.