El pasado mes de diciembre del 2019, el Observatorio Sismológico del Politécnico Loyola (OSPL) registró su máximo histórico en sismicidad mensual en la Isla de La Española y sus alrededores, con un total de 280 temblores. Esta vez, los enjambres de sismos al sur de Puerto Rico y la continua sismicidad que viene ocurriendo desde septiembre en el Cañón de La Mona se llevan el protagonismo en la actividad sísmica de este mes.
De los 280 temblores registrados, 65 ocurrieron al sur de Guánica en Puerto Rico, 40 en el Cañón de La Mona y el resto, sobre la isla de La Española. El 85% se registraron entre profundidades de 0 a 34 km, un 8% entre 34 y 70 km, un 6% entre 71 y 150 km y sólo un 1% más profundo de 150 km.
Para visualizar estos eventos sísmicos en conjunto y por profundidad, hacer click en los siguientes vínculos: Todos, 0 a 33km, 34 a 70km, 71 a 150km y más de 150km.
Si se restan los 65 eventos sísmicos del sur de Guánica y los 40 del Cañón de La Mona, nos restan unos 175 temblores registrados en el resto de la isla de La Española, lo cual significa un volumen por encima de la media mensual (+/– 150).
La sismicidad viene registrándose desde el 25 de diciembre donde se han registrado unos 65 temblores con 3 estaciones de la Red Sísmica de Puerto Rico (PRSN). Hasta el 6 de enero 2020 el USGS lleva más de 700 temblores registrados con magnitudes desde 1.0 hasta 5.8 según su Portal.
Otra secuencia interesante resulta la sismicidad alineada Norte-Sur al sur de Ponce en el mar Caribe.
Existen varias interpretaciones posibles sobre la ocurrencia de esta “sorpresiva” cadena de sismos en esta región que generó otro temblor el día 6 de enero 2020 a las 6:32 hora local de magnitud 5.5 (Loyola), 5.7 (USGS), 5.8 (PRSN).
Para algunos de los geólogos de Puerto Rico y según el mecanismo focal presentado en el Portal del USGS, esta sismicidad responde a la ruptura de la Falla Punta Montalva, que corre tierra adentro en dirección WNW-ESE desde Boquerón hasta el sur de Guánica. Esta falla ha sido mapeada y bien definida como activa con movimiento lateral izquierdo (coincidiendo con el mecanismo Focal del USGS) pero también presenta mecanismos compresionales en dirección Norte-Sur (Roig-Silva et al 2013). Esta falla no había sido reportada mar afuera en dirección este, donde han ocurrido los eventos presentes, tampoco la geomorfología del suelo marino muestra evidencias de la continuidad de esta falla.
Los eventos registrados por el USGS-PRSN se muestran muy dispersos en la región al sur de Guánica, tanto al sur de la proyección de esta falla como al Norte, con profundidades promedio de 6 km.
El Observatorio de Loyola (OSPL), a pesar de sólo usar tres de las estaciones del PRSN: AGPR, CRPR y SJG con tiempos de llegadas residuales de menos de 0.3 en su mayoría, localizó la mayoría de los 65 temblores de esta región sobre las coordenadas 17.85N y -66.90W a una profundidad promedio de 20 km, esto es, al suroeste de la proyección de la Falla Punta Montalva en el este.
Con esta información y la revisión de algunos de los artículos más recientes publicados por diferentes autores como Mann, Chaytor, Grindlay, Piety, Prentice y Roig-Silva, etc. se entiende que esta secuencia de eventos sísmicos, incluidos los del sur de Ponce, responden a la ruptura de la losa (Slab) de la Placa del Caribe en su subducción o penetración por debajo de la micro placa de Puerto Rico-Islas Vírgenes.
El mecanismo focal del Loyola (con sólo 3 estaciones y sus relaciones de radio de onda S/P) claramente presenta más de un centenar de posibilidades, pero, un buen porcentaje apunta a ejes de esfuerzos Norte-Sur, compatible con nuestro planteamiento.
Paul Mann señala, en intercambio de correos que “la mayoría de las fallas de superficie en el SW de Puerto Rico son pequeñas y normales, básicamente relacionadas con el “arqueo” de la isla como producto de la compresión desde el Sur y el Norte (Falla Los Muertos y Limite placa Caribe-NA). En el mar (off-shore), el artículo de Grindlay así como en el de Piety y Prentice dice que las fallas se muestran difusas y discontinuas de tipo Normal, ninguna de ellas capaces de producir grandes terremotos con la excepción de las fallas que limitan el Cañón de La Mona”. Y añade que “una excepción lo sería, la Gran Zona de Falla Sureña (Great Southern PR fault zone) que cruza la isla diagonalmente desde el Cañón de La Mona, pero esto es mucho más al norte de donde está sucediendo la actividad sísmica actual".
Cualquiera sea el caso, se han estado reportando algunos daños estructurales en edificaciones pequeñas por problemas de malos hábitos de construcción (pisos suaves, etc.) según vemos en las fotos que nos llegan y esto es preocupante ante un temblor de 5.5 o 5.8 según su fuente elegida.