Jaclin Campos
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Santo Domingo
En Buenos Aires de Herrera hay un oasis donde personas de escasos recursos encuentran la formación técnica y humana que les puede ayudar a alcanzar una vida más digna: el Centro Sopeña.

Fundado hace 25 años como parte de la Obra Social y Cultural Sopeña (OSCUS), misión fundada en España por la beata Dolores Sopeña, en 2011 el centro pasó a ser administrado por la Parroquia Santísima Trinidad y la Fraternidad Mariana de la Reconciliación.

La alianza ha permitido que la obra siga dando frutos. Alrededor de 1,500 personas se gradúan cada año de los cursos técnicos impartidos en el Centro Sopeña a través del Instituto Nacional de Formación Técnico Profesional (Infotep), entre 40 y 50 se forman como bachilleres y varias decenas asisten con regularidad a los programas de alfabetización de adultos.

"Tenemos muchos testimonios de gente que esto ha sido para ellas una herramienta de aspirar a una vida mejor, más digna en todos los sentidos", dice la brasileña Angélica Da Silva, Fraterna Mariana de la Reconciliación que dirige el Centro Sopeña.

Si bien esta labor impacta económicamente a sus beneficiarios, por cuanto les permite aprender un oficio e insertarse en el mercado laboral o crear negocios propios, el Centro Sopeña busca algo más. Su lema, "Dignificando a la persona", resume su objetivo.

"Lo que buscamos -explica Da Silva- es capacitarlos no sólo para que salgan adelante económicamente, sino capacitarlos para que descubran que son personas valiosas, que son hijos de Dios".

Cada curso técnico incluyen una hora semanal de formación humana y religiosa con el objetivo de modelar la visión de los estudiantes, en su mayoría jóvenes y adultos, para que descubran su valor como seres humanos. No obstante, aclara la directora, se trata de una institución abierta a personas de cualquier creencia y no únicamente a católicos.

Voluntariado
El Centro Sopeña permite a miembros de la iglesia poner sus talentos y conocimientos al servicio de una buena causa.

Más de 30 voluntarios fungen regularmente como profesores o facilitadores.

"Es una oportunidad para estas personas que están ahí para recibir y para los que están para dar pero que terminan también recibiendo", comenta Da Silva.

Carlos Muñoz, enlace del Voluntariado de la Parroquia Santísima Trinidad, señala que los voluntarios complementan la plantilla docente de la institución.

Y aunque no reciben un pago por su trabajo, no quedan sin recompensa.

"No hay nada material que compense esa interacción en el aula [...] toda la retroalimentación que uno recibe de ellos", expresa Muñoz.

Los voluntarios toman parte en los programas de alfabetización, así como en cursos y talleres impartidos para niños y niñas.

Muñoz dice que, aunque el Centro Sopeña imparte una "educación integral muy orientada a la parte adulta", niños y niñas también reciben atención.

Los sábados en la mañana, alrededor de 250 pequeños del sector reciben clases de danza, pintura, música, artes marciales e inglés.

Ampliación
Para ampliar su oferta académica y alcanzar a un mayor número de personas, el Centro Sopeña planea levantar un nuevo edificio de mil metros cuadrados. Dicho edificio albergará un taller de mecánica automotriz y más aulas.

El proyecto requiere una inversión de alrededor de 12 millones de pesos, informa Pedro Raful, enlace del Ministerio de Acción Social de la Parroquia Santísima Trinidad.

El ministerio trabaja en la recaudación de fondos para ejecutar las ampliaciones, mejoras y equipamiento del centro, que se sostiene de donaciones y actividades como desayunos, bingos y bailes, entre otros. El Estado ha realizado algunas donaciones puntuales a la institución.

Entre los proyectos futuros del Centro Sopeña, Raful cita la creación de cooperativas para que los egresados operen desde allí negocios como panaderías, peluquerías y talleres de ebanistería y tapicería.

También se proponen desarrollar acuerdos con empresas a fin de crear programas de pasantías y propiciar la inserción de los egresados en el mundo laboral.

Oferta académica
Cada año el Centro Sopeña imparte alrededor de 1,020 cursos y 990 talleres. Más de mil personas se benefician de esta labor coordinada por la Parroquia Santísima Trinidad y la Fraternidad Mariana de la Reconciliación.

Espacio para la niñez
Cada sábado de 8:00 de la mañana a 12:00 del mediodía, alrededor de 250 niños y niñas de Buenos Aires de Herrera reciben clases de danza, pintura, música, artes marciales e inglés.
Fuente:listindiario.com