Dentro de la caja torácica y a ambos lados del mediastino están los pulmones, dos órganos rosados que son las figuras centrales del sistema respiratorio. Su función principal: acoger el intercambio de gases que lleva oxígeno a todos los confines del organismo y arrastrar nariz afuera el indeseado dióxido de carbono.

Para el neumólogo Elvis López Ciriaco, coordinador del servicio de Neumología en el Hospital General de la Plaza de la Salud, "los pulmones son órganos vitales porque se ocupan del intercambio gaseoso"; pero también tienen la increíble cualidad de ser los órganos internos que mayor exposición al medio externo tienen.

Filtrar los peligros
Absolutamente todo lo que nos rodea pasa por nuestros pulmones. Aire, polvo, contaminantes, químicos, alérgenos, virus, bacterias, hongos y muchos más. Los pulmones se encargan de filtrar lo negativo y quedarse con lo bueno. "En 24 horas los pulmones filtran más de 10,000 litros de aire para evitar que elementos externos potencialmente peligrosos accedan al organismo por vía respiratoria", señala López Ciriaco.

Los mecanismos de purificación del aire del sistema respiratorio comienzan desde que el aire toca la mucosa nasal. En la propia nariz se empieza a calentar y a humedecer la mucosa para limpiar el aire. Una vez el aire llega a los pulmones, a la zona de los alveolos, la membrana alveolo-capilar que es una capa delgada y delicada permite el intercambio de gases: "El aire se junta con la sangre y se intercambian, la sangre lleva al alveolo el dióxido de carbono, que se va a expulsar, y toma el oxígeno para llevarlo a todo el cuerpo", explica el especialista.

((Datos de interés
Características
ï El tejido pulmonar es flácido y elástico. Su tamaño aumenta porque se encuentra lleno de aire. También es un tejido frágil, que se desgarra fácil y no admite bien las suturas.

ï Anatómicamente cada pulmón tiene: tres caras, un vértice, dos bordes y una base o circunferencia.

ï Aunque el pulmón normal es rosado claro (en la niñez), con el tiempo se va llenando de polvo. Los pulmones de fumadores o trabajadores de minas de carbón lucen negros, los de un feto que no ha respirado lucen rojo oscuro.

ï El pulmón derecho es mayor que el izquierdo.

Consejos para una buena salud pulmonar
Al estar tan expuestos al medioambiente, los pulmones son sensibles a bacterias, virus, hongos e incluso parásitos. "Si se tratara de una bacteria va a causar un filtrado inflamatorio que va a afectar inmediatamente a la membrana y al alveolo porque llena y ocupa entonces ese espacio que debe estar solo destinado al intercambio de gases", señala el neumólogo Elvis López Ciriaco.

La neumonía es la enfermedad respiratoria de origen bacteriano más común. También suele verse con frecuencia la tuberculosis, que es causada por un bacilo y las helmintosis, que son enfermedades causadas por parásitos. Los virus son, sin embargo, los que más afectan a los pulmones, en especial la influenza y la parainfluenza.

Cáncer
"Las neoplasias del pulmón son enfermedades con otro mecanismo de ataque. El cáncer broncogénico es el más común y tiene relación directa con el uso del tabaco", dice el galeno. Añade que si bien el médico internista, general o familiar puede tener el primer contacto con un paciente con cáncer pulmonar, muchos llegan a la consulta del neumólogo.

"Me ha tocado, es muy frecuente y la mayoría de los cánceres se diagnostican de manera casual, por estudios rutinarios o por otra causa", explica el especialista.

El protocolo de investigación de cáncer comienza con una sospecha clínica, si el paciente tiene 45 años o más, es gran fumador, tiene dolor de espalda, de hombro, tos (con o sin expectoración), fiebres prolongadas, disnea u otros síntomas, se le debe indicar sonografía y de verse imágenes sospechosas, una tomografía.

Cuando se confirma el diagnóstico -dice López Ciriaco- es preciso un estudio histopatológico a través de la broncoscopía, un estudio invasivo que se realiza introduciendo por la nariz un broncoscopio hasta llegar al pulmón en cuestión donde se toma una muestra y se manda al patólogo. La biopsia indicará de qué lesión se trata.

Tipos y tratamientos
Los cánceres de pulmón pueden dividirse en dos grandes grupos, el cáncer de células pulmonares pequeñas y el cáncer de células pulmonares no pequeñas. Este último grupo concentra a su vez, según informaciones ofrecidas por el neumólogo, al adenocarcinoma, el cáncer epidermoide, el de células grandes o células claras y el bronquiolo alveolar. Muchos de estos tumores, si se detectan a tiempo, pueden ser curados con cirugía y quimioterapia.

"En cambio el cáncer de células pulmonares pequeñas suele ser diagnosticado tarde, cuando ya ha hecho metástasis", dice el médico. Añade que a los pacientes que llegan a consulta con un cáncer avanzado se les explica que la evolución dependerá del estadio en que se encuentre la enfermedad.

Luego de determinado el tipo de cáncer pulmonar, el neumólogo refiere al paciente a oncología, donde se realizarán las pruebas fisiológicas de lugar para determinar si la persona es candidata o no para radio y quimioterapia, dependiendo de cada caso.

Tabaco
¿Se ha preguntado qué hace el tabaco a los pulmones? "Afecta primero la mucosa del pulmón, y todas sus estructuras: las glándulas submucosas, las células caliciformes, todo el epitelio bronquial. Las glándulas submucosas y las células caliciformes son las que producen el moco, parte de la limpieza normal del pulmón", expresa López Ciriaco.

El tabaco daña e hipertrofia esas células y glándulas haciendo que produzcan más moco de lo normal, lo que provoca obstrucción porque tapona estructuras causando daño. Cuando se calcula este daño y se proyecta en 20 a 30 años consumiendo tabaco diariamente, las consecuencias no se hacen esperar: aparece una metaplasia, luego una displasia y luego cáncer.

Claro que no ocurre de la noche a la mañana, pero al ser un comportamiento adictivo, consumir tabaco es potencialmente mortal porque daña progresivamente distintos órganos, no sólo los pulmones. Boca, lengua, garganta, laringe, faringe, tráquea y esófago son apenas algunos de los órganos que pueden desarrollar cáncer por causa del tabaco.

Más información
Para mantener la salud pulmonar, las enfermedades virales como la influenza y la parainfluenza, que suelen presentarse justo en esta época del año, pueden prevenirse aplicando la vacuna. Lo mismo sucede con la neumonía, prevenible en niños y ancianos con la vacuna del neumococo.

Use un purificador de aire o limpie los filtros de aires acondicionados con relativa frecuencia, pues estos acumulan polvo y alérgenos.

Se debe evitar el contacto con sustancias químicas como detergentes, limpiadores y desinfectantes, así como evitar inhalar los vapores que desprenden estos productos y otros como los que se emplean al poner uñas acrílicas. Esto, según López Ciriaco, puede irritar e incluso quemar la mucosa, el epitelio y el parénquima del pulmón.

((Medidas
Evite lugares contaminados
La salud pulmonar mejora evitando la contaminación constante de las zonas urbanas. Escapar a zonas verdes como el Jardín Botánico o algún parque arbolado permitirá a los pulmones limpiarse.

El mar también es excelente: "Ayuda a limpiar los pulmones con la inhalación de yodo y los efectos del sol, además el agua presiona el cuerpo y suaviza las secreciones para poder expulsarlas", dice.

Si sospecha enfermedad pulmonar de algún tipo no se automedique, acuda a su médico.

Si debe usar el nebulizador aprenda cómo higienizarlo y usarlo adecuadamente, y sobre todo sepa que la manguera y mascarilla nunca deben ser compartidas.

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