Sao Paulo. EFE. La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, fue nuevamente ayer blanco de las protestas antigubernamentales que los oficialistas atribuyen a una orquestación "golpista" financiada por la oposición y que amenazan con agravar las crisis política y económica que sufre Brasil. A su llegada a un centro de convenciones en Sao Paulo para inaugurar una feria de constructores, la jefa de Estado fue abucheada e insultada durante unos cinco minutos por empleados de los expositores, que insistían en gritar "Fora PT" (Fuera PT), en referencia al gobernante Partido de los Trabajadores. Las muestras de rechazo a la mandataria comenzaron el domingo, cuando se escucharon abucheos, cacerolazos y pitos en algunos barrios acomodados de una decena de ciudades durante la transmisión de un pronunciamiento en una cadena nacional de televisión en el que Rousseff defendía sus medidas de austeridad. Y se esperan otras manifestaciones hasta el próximo domingo, para cuando está programada una jornada de multitudinarias protestas contra el Gobierno en varias ciudades del país.
Las protestas ha sido convocadas por diferentes grupos apoyados por partidos de oposición y presentan una amplia gama de reclamaciones.
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