Un blanqueamiento dental no es un tratamiento para tomar a la ligera y en los últimos tiempos han proliferado todo tipo de procedimientos que prometen una sonrisa blanca y bonita pero que no hablan de los posibles riesgos que corre la boca si no se hace con garantías. ABC.es ha hablado con la doctora María Piedad Estefan Espitia, de la Clínica de Odontología y Medicina Estética Health & Smile y miembro de Saluspot, que nos cuenta los peligros de un blanqueamiento sin supervisión.
Los blanqueadores dentales «caseros» al igual que las pastas blanqueadoras han ido ganando adeptos desde su salida al mercado y han proliferado las ofertas de tratamientos en clínicas de estética, peluquerías o spas que utilizan sustancias blanqueadoras (como peróxido de hidrógeno o el peróxido de carbamida) como las que se utilizan en consulta pero en una proporción tan mínima que no producen ningún efecto real así como otros «materiales abrasivos» que, aclara la doctora, son productos que «rayan el diente y al rayarlo parece que es más blanco», lo que «está totalmente desaconsejado» ya que, recuerda esta odontóloga, «el esmalte es el único tejido del ser humano que no se vuelve a reproducir, esmalte que se pierde es esmalte perdido para siempre». Lo que van a hacer estos productos es aclarar un poquito el tono pero no van a conseguir unos resultados estéticos reales.
Los grandes peligros de un blanqueamiento no controlado pueden ser muy dolorosos
Ante todo es importante que un profesional valore «qué tipo de esmalte tienes, si tiene permeabilidad y, por lo tanto, la sensibilidad que va a tener así como si los hábitos y la forma de vida que tienes es compatible a largo plazo con un tratamiento de blanqueamiento», explica la doctora Estefan, ya que estas variables «condicionarán mucho el resultado final».
Otro factor a tener en cuenta es que a los pacientes con problemas de encías hay que valorarlos previamente «porque pueden desarrollar sensibilidades importantes ya que tienen las raíces descubiertas». Además,no todos los pacientes ni todos los colores de dientes reciben el mismo protocolo de blanqueamiento, «hay que hacerlo a medida de cada diente».
Los «trucos de la abuela» pueden servir para una ocasión puntual pero a largo plazo no sirven para nada más que dañar el diente
Recomendaciones para tener la sonrisa más bonita
Sin tratamiento de blanqueamiento, la doctora recomienda tener una dieta pobre en alimentos con colorantes potenciales, no tomar café, no fumar, tomar té blanco o verde en vez de negro, tener una higiene bucodental adecuada, visitar al dentista para hacer limpiezas cada seis meses o por lo menos una vez al año. «Con eso vamos a conseguir tener una boca sana y con un blanco natural», recalca.
Si se quiere hacer un blanqueamiento hay que acudir al especialista para que haga un diagnóstico en un centro dental homologado que utilice materiales aprobados por la Comunidad Económica Europea y que sean de estricto uso médico.
Es muy importante que el especialista sea el que valore el diente antes de proceder a tratarlo
Estos métodos «son inocuos y son los que más duran aunque dependerá de la dieta del paciente». Esto es porque «si eres fumador, bebes vino tinto, bebés café, etc... por muchos blanqueamientos nunca podremos los mantener esos resultados a lo largo del tiempo porque el diente se vuelve a teñir aún más». Eso en el caso de los tratamientos profesionales por lo que un blanqueamiento casero se verá completamente anulado aún corriendo los riesgos asociados a estos métodos.
Fuente:abc.es