La adquisición de libros no fue precisamente el principal atractivo de quienes acudieron ayer a la tercera jornada de la XIII Feria del Libro.
El masivo público que asistió, compuesto en su gran mayoría por jóvenes, se entretuvo en cada uno de los rincones de la Plaza de la Cultura, donde se celebra el evento, no así en las casetas para obtener alguna literatura. Las áreas de comida, artesanía concentraron un gran número de los visitantes. Otros que iban calle arriba y calle abajo hacían sus paradas en algunos de los pabellones gubernamentales que les resultaran atractivos.
Pero fue sin duda el arte, música, teatro y pintura las que mayor receptividad del público recibieron. Siendo menor pero constante, la visita a los pabellones del Ministerio de Cultura.