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Moscú
Rusia lanzó ayer miércoles ataques aéreos en Siria, en un marcado aumento de la participación de Moscú en el conflicto, pero asimismo ha suscitado dudas sobre si su intención es combatir al grupo Estado Islámico o proteger a su tradicional aliado, el presidente Bashar Assad.
Por su parte, el secretario de Defensa estadounidense Ash Carter afirmó que los rusos al parecer atacaron áreas en las que no había combatientes del grupo Estado Islámico y lamentó que Moscú no avisara por adelantado a Washington mediante los canales formales de esas acciones militares.
Estados Unidos efectúa sus propias incursiones aéreas en Siria contra el grupo Estado Islámico.
El presidente Vladimir Putin aseguró que se trata de ataques preventivos contra combatientes islámicos en tanto que el Ministerio de Defensa de Rusia dijo que sus aviones golpearon y destruyeron ocho posiciones de extremistas del grupo Estado Islámico, también conocido por sus siglas de EIIL.
Sin embargo, el ministro francés de Defensa, Jean- Yves Le Drian, dijo ante legisladores en París: "Curiosamente (los aviones rusos) no le dieron al Estado Islámico.
Dejaré que ustedes mismos hagan algunas conclusiones".
Señaló que los rusos no deberían apoyar al gobierno de Assad y que sus maniobras militares están "destinadas al fracaso".
El secretario norteamericano de Estado, John Kerry, dijo que Washington estaba dispuesto a dar la bienvenida a las acciones militares rusas en Siria mientras las dirija contra el Estado Islámico y otros grupos afiliados a al-Qaida, pero le "preocupará seriamente" si ataca a rebeldes de otras organizaciones.
Estados Unidos y Rusia coinciden en la necesidad de combatir el grupo extremista Estado Islámico, pero discrepan sobre la suerte del gobierno de Assad.
La guerra civil siria, en lo que devino una revuelta contra Assad, ha dejado más de 250,000 muertos desde marzo de 2011 y causado un éxodo de refugiados de millones de personas que han huido a otros países en el Oriente Medio y Europa.
Los primeros ataques aéreos de Rusia en Siria tuvieron lugar después de la reunión efectuada el lunes entre Putin y el presidente Barack Obama al margen de la Asamblea General de la ONU en Nueva York, donde examinaron el refuerzo de la presencia militar de Moscú en el país.
Obama dijo que Estados Unidos y Rusia podrían trabajar juntos en una transición política, pero solo si el resultado es la salida de Assad. El proceder de ruso "pone en duda su estrategia, porque cuando el presidente Putin y el presidente Obama tuvieron la oportunidad de reunirse a principios de esta semana en Naciones Unidas gran parte de su discusión se centró en la necesidad de una transición política al interior de Siria", declaró el portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest. Putin, el aliado más poderoso de Assad, justificó los ataques aéreos y los describió como una acción que no sólo contribuirá a estabilizar Siria, sino también a sofocar el terrorismo global.
CONVERSACIONES MILITARES
Estados Unidos y Rusia acordaron ayer mantener cuanto antes conversaciones entre mandos militares sobre los bombardeos que ambos países están efectuando en Siria, anunciaron sus responsables de Exteriores, John Kerry y Serguéi Lavrov. El acuerdo tiene como objetivo "evitar incidentes indeseados", explicó Lavrov en declaraciones a los periodistas junto a su homólogo estadounidense, con quien ayer mantuvo su tercer encuentro en los últimos días. Según Kerry, que reiteró las preocupaciones" de EE.UU.
sobre los objetivos de la intervención rusa en Siria, los contactos podríancomenzar tan pronto como hoy mismo.