CIUDAD DEL VATICANO. El Vaticano desmintió el miércoles como "completamente infundado" un artículo en un periódico italiano sobre que el papa Francisco tiene un pequeño tumor curable en el cerebro. La información publicada por el National Daily es "completamente infundada y seriamente irresponsable y no merecedora de atención", dijo el miércoles el reverendo Federico Lombardi, portavoz del Vaticano.
El diario citó fuentes no identificadas al decir que el papa, de 78 años, había viajado en helicóptero a la clínica de San Rossore di Barbaricina, cerca de Pisa, para consultar a un especialista japonés, el doctor Takanori Fukushima, experto en cáncer en el cerebro.
El médico habría determinado que la pequeña mancha negra detectada en el cerebro de Francisco podía curarse sin cirugía, según el periódico. Lombardi dijo a Associated Press que el papa nunca ha viajado en helicóptero a la Toscana y reiteró que "todo es infundado".
El vocero no respondió a una pregunta posterior sobre si Fukushima había examinado a Francisco en otro lugar. La agencia de noticias ANSA, que citó fuentes no identificadas en Piso, indicó después que Fukushima había viajado al Vaticano en enero y que fue entonces cuando se hizo el diagnóstico de Francisco. El editor del periódico, Andrea Cangini, afirmó que esperaba el desmentido de Lombardi pero se atuvo a su historia.
Versiones posteriores del artículo indicaron que Fukushima habría viajado al Vaticano en helicóptero y que se le había visto regresar a la clínica en Pisa en el helicóptero del Vaticano. El director del hospital no respondió de inmediato a un correo electrónico pidiendo comentarios sobre el artículo. Cangini dijo que el equipo del periódico había deliberado durante mucho tiempo antes de publicar la noticia.
Sin embargo, el artículo se difundió en un momento delicado para Francisco, en los últimos días de su polémico sínodo sobre la familia, que ha mostrado divisiones entre obispos conservadores y progresistas sobre cómo transmitir las enseñanzas de la Iglesia sobre el matrimonio, sexual, homosexualidad y otras cuestiones. Varios obispos y cardenales se han quejado de que el sínodo siembra confusión y "ansiedad" sobre las enseñanzas de la iglesia.