Florida.- Ambos candidatos a la presidencia de los Estados Unidos, Donald Trump y Hillary Clinton realizaron mítines rivales este martes en la diversa Florida, estado clave que por sí solo puede enterrar la campaña del millonario por la Casa Blanca.
A dos semanas de que los estadounidenses elijan al sucesor de Barack Obama, los sondeos dan a Clinton un dominio nacional, y auguran que por primera vez en su historia una mujer estará al frente de la primera potencia mundial.
Pero prometiendo contradecir las encuestas, el candidato republicano apeló a los votantes de tercera edad lanzando una artillería contra la reforma de salud de Barack Obama, sobre la cual apenas se anunció un aumento de primas para el año próximo.
“Está explotando”, dijo el empresario de 70 años, prometiendo “revocar y reemplazar” la ley si es electo.
En otro gancho al presidente, aludió a un nuevo mensaje de Wikileaks que muestra, según él, que Obama estaba al tanto del controvertido uso por su secretaria de Estado de un servidor privado para enviar mensajes electrónicos. “Esto significa que Obama está involucrado”, dijo.
El martes cerró para Trump tres días intensos en el “Sunshine State”, la península del sureste de Estados Unidos con una historia de decidir elecciones presidenciales: nadie olvida los comicios ultra controversiales de 2000.
Sus 20,2 millones de habitantes lo hacen el cuarto más poblado del país, pero además de su tamaño, la clave está en la heterogeneidad de los votantes: jubilados, latinos y blancos conservadores.
Los promedios de las encuestas dan a Clinton, que cumple 69 años el miércoles, de 5,1 a nivel nacional, según RealClearPolitics.
“Por favor acompáñenme. Esto es más grande que yo, es más grande que cualquiera de nosotros, es más grande que Donald Trump”, dijo a seguidores en Coconut Creek, cerca de Fort Lauderdale.
El miércoles seguirá en Florida, con actos en Tampa y West Palm Beach, y el viernes dejará el escenario a un relevo de peso, cuando Obama haga campaña por ella en Orlando.
Una victoria en este estado, que entrega 29 grandes electores de los 270 necesarios para ser electa presidente, asfaltaría la ruta de Clinton a la Casa Blanca.
“No planeamos perder Florida. Es el premio mayor”, dijo a periodistas Jennifer Palmieri, jefa de campaña de Clinton.
Clinton y Trump se disputaron también el crucial apoyo de los latinos, que constituyen el 14,9% de los votantes en Florida.
La demócrata, favorita entre la principal minoría del país, acudió en Miami a una entrevista de variedades en Univision, la principal cadena en español de Estados Unidos, donde reiteró su promesa de impulsar una reforma migratoria.
“Tan pronto llegue a la Casa Blanca, no voy a esperar, me voy a mover muy rápidamente”, dijo.
Trump se reunió con veteranos de Bahía de Cochinos y en otro encuentro con la comunidad cubano-estadounidenses denunció el acercamiento diplomático entre Washington y La Habana, tachándolo como un “mal acuerdo”.