NUEVA YORK (AP).-Es ahora o nunca. El presidente Barack Obama tiene el poder de proteger a unos 750.000 jóvenes de la deportación antes de que el mandatario electo Donald Trump llegue a la Casa Blanca en enero. Eso le pidieron legisladores, activistas y jóvenes ayer en ruedas de prensa celebradas en la ciudad de Nueva York y en la capital del estado de Nueva York, Albany.
Los hispanos dijeron que los 750.000 jóvenes son beneficiarios de un programa de alivio migratorio que aprobó Obama en el 2012 para ayudar a inmigrantes que fueron traídos ilegalmente a EEUUpor sus padres cuando eran niños. El programa les concedió un permiso de trabajo y la suspensión temporal de su deportación.
Trump prometió durante su campaña electoral que eliminaría el programa si llegaba a la presidencia, dejando en duda qué pasaría con estos jóvenes.
Asambleístas del estado de Nueva York, activistas y estudiantes pidieron el miércoles a Obama que ayude a los beneficiados con el programa suspendiendo su deportación de forma permanente a través de un perdón presidencial.
"(Si se elimina el programa) yo podría perder mi permiso de trabajo y mi licencia de conducir y mucho más. Me impactaría a mí y a mi familia", dijo César Vargas, un mexicano de 33 años que fue traído ilegalmente por su familia a Estados Unidos cuando tenía cinco.
El asambleísta Marcos Crespo, presidente del Grupo de Trabajo Hispano-Puertorriqueño de la asamblea estatal, dijo que su grupo y congresistas de Nueva York enviarán una carta a Obama pidiendo la protección de los jóvenes.