El secretario de Seguridad Nacional, Jeh Johnson, anunció ayer que el Gobierno ha restablecido la expulsión de inmigrantes indocumentados en vuelos con dirección a Haití tras el paso del huracán Matthew, que ha dejado al menos 573 muertos y una de las peores crisis humanitarias después del terremoto de 2010.
Como consecuencia del potente temblor de tierra de 2010, Estados Unidos decretó una moratoria de las deportaciones a Haití.
Sin embargo, el pasado 22 de septiembre, el Ejecutivo anuló esa moratoria y las autoridades migratorias ya han deportado a 200 indocumentados haitianos en las últimas semanas, informó ayer en un comunicado Johnson.
La moratoria de las deportaciones decretada por Estados Unidos ya había cambiado en abril de 2011 con la decisión de entregar a Haití a los inmigrantes haitianos condenados por delitos graves, que planteaban una amenaza para la seguridad estadounidense o que tenían ordenes finales de expulsión.
El cambio de política de Estados Unidos llegó después de un "aumento significativo" del número de haitianos que trata de entrar en territorio estadounidense a través de la frontera suroeste, aseguró Johnson.
El cambio en la política migratoria estadounidense no afecta a los inmigrantes haitianos amparados por el Estatus de Protección Temporal (TPS), un permiso temporal de residencia y trabajo que EE.UU. concede de forma extraordinaria a los nacionales de países afectados por conflictos bélicos o desastres naturales.
Las autoridades migratorias decidieron entregar a los haitianos que residían en EE.UU. el Estatus de Protección Temporal (TPS) después del terremoto de 2010 y posteriormente lo han renovado varias veces, de manera que ahora está vigente hasta el 22 de julio de 2017.
En los centros de detención de Estados Unidos suele haber entre 31.000 y 34.000 personas a la espera de ser deportadas, pero actualmente se encuentran recluidos 41.000 individuos, de los que 4.400 son haitianos, según datos de ayer del Departamento de Seguridad Nacional.