Santo Domingo. Al menos 15 muertos ha dejado huracán Irma a su paso por el mar Caribe, donde se reportan grandes daños a infraestructuras, y dos ciclones más, José y Katia, amenazan a esa región y a la costa mexicana. Irma, de categoría 5, se mueve durante las últimas horas entre el norte de la costa de La Española (República Dominicana y Haití) y las Islas de Turcas y Caicos, se prevé su paso por el sureste de Bahamas y, ya el viernes, cerca del centro de esa isla.
En cuanto a la amenaza que se cierne sobre Florida (EE.UU.), Don Dixon, meteorólogo del Centro Nacional de Huracanes (CH) señaló a Efe que es “todavía muy pronto para especificar el lugar donde tocará tierra Irma, por “las variaciones que pueden producirse”, aunque es “muy probable que los vientos huracanados comiencen a sentirse el sábado por la tarde”.
El gobernador de la Florida, Rick Scott, que el lunes declaró el estado de emergencia para los 67 condados del estado, dijo hoy que se busca garantizar el abastecimiento de agua, gasolina y material para proteger las viviendas. Cerca de 35,000 personas han sido evacuadas del sur de los cayos de la Florida y ayer en la mañana comenzaron a desalojar las zonas costeras del Downtown de Miami.
Junto a Irma y José, también está activo el huracán Katia de categoría 1, que se encuentra estacionario frente a las costas de México y se prevé que se transforme en un ciclón de categoría mayor. El balance provisional del paso de Irma por las Antillas Menores es desolador, en la isla de San Martín dejó 4 muertos y unos 50 heridos y en Barbuda uno, donde se reportan daños materiales por 100 millones de dólares y se calcula que el 60 % de la población perdió sus hogares. El primer ministro de Antigua y Barbuda, Gaston Browne, informó que la situación en Barbuda es devastadora, con el 90 % de las construcciones destruidas, y que Antigua no resultó tan afectada. Las pérdidas en ambas islas suma 100 millones de dólares. En San Cristóbal y Nieves se registraron graves daños en viviendas y edificios, caída de árboles y postes de las líneas eléctricas fueron derribados, aunque sin víctimas que lamentar.