SANTO DOMINGO. Franck Kelin Holguín Medina, el principal sospechoso del atentado al Metro de Santo Domingo, ocurrido el pasado lunes poco después de las ocho de la mañana, vive en una humilde vivienda debajo del puente Francisco del Rosario Sánchez, que dicho sea, está censada por la Oficina de Reordenamiento del Transporte (OPRET), la misma que regentea el Metro.
Sus vecinos no creen que es la persona que dicen las autoridades, al contrario, lo definen como alguien muy bueno, solidario que se gana la vida pelando a los muchachos del barrio a RD$50.
Es hijo de don Nicolás Holguín, que ha levantado a una familia de siete hijos vendiendo pan en horas de la tarde y su madre Ruth Dilania Medina, es quien se encarga de los quehaceres de la casa.
En la familia está Walter, que estudia ingeniería civil, y desde temprana edad se costea su vida, y ayuda en algo a sus padres,
Fátima Sánchez, una vecina y amiga por años de la familia, cree que alguien ha querido incriminarlo, y pide a las autoridades que investiguen bien el hecho para que no condenen a un inocente.
Algunos vecinos han pedido que Franck Kelin debe ser examinado por psiquiatras para que determinen "si está en su sano juicio, porque en esa familia hay algunos que tienen problemas de la cabeza, tienen una hermanita de 12 años que también hay que atenderla".
El pasado martes, la humilde vivienda donde reside la familia Holguín Medina, situada debajo del puente y a menos de diez metros del río Ozama, fue allanada por más de 50 policías de la Unidad Antiterrorismo, y sólo encontraron libros, mascotas y más libros que pertenecen al inculpado y sus hermanos.
"Esta gente es buena, y yo dudo que ese muchacho tenga agallas para hacer esto", dijo Melva Soto, una amiga de la familia, que lleva a su pequeño de cinco años a recortarle el pelo donde Franck Kelin. Ayer llegaron al lugar periodistas de todos los lados, con la misma encomienda, hablar con sus padres y hermanos, pero lo que encontraron fue una casa desvencijada, en completo deterioro y cerrada, porque todos se habían dispersado desde que el contingente policial les invadió su privacidad la noche del martes, rompiendo así la cohesión familiar que buscaban entre todos una salida a la situación de su pariente.
"Esta gente no tienen en qué caerse muerta, yo le pregunto a usted, ¿de dónde sacan esta gente que fue este muchacho que le prendió fuego al Metro?, dijo Isidora Jiménez, y a seguidas les pidió al Procurador General de la República y al Jefe de la Policía buscar al culpable del acto terrorista.
Fuente Externa