Se acerca el fin de la Cuaresma, tiempo que comenzó el Miércoles de Cenizas, con toda la simbología de este rito que nos recuerda la necesidad de la misericordia de Dios y nos abre a la conversión.
Durante la Cuaresma, los fieles fuimos invitados al ayuno, la limosna y la oración; es un tiempo previo a la celebración de la Pascua que nos prepara para vivir los misterios de la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo en la Semana Santa.
El próximo Domingo de Ramos estaremos celebrando la entrada de Jesús a Jerusalén, y durante siete días le acompañaremos hasta llegar a su glorioso triunfo frente a la muerte para nuestra salvación.
Dispongámonos a caminar junto al Señor en la Semana más importante de nuestra fe católica.