EFE
Algo menos de ocho meses restan para que los Juegos Paralímpicos de Tokio alcen su telón para un evento que sigue despertando ilusión entre los deportistas y organizadores pero no tanto entre la ciudadanía de Japón.
Diversas encuestas difundidas en los últimos días por medios de comunicación nipones como la cadena pública de televisión NHK, el diario Asashi y las agencias Kyodo y Jiji Press reflejan la preocupación de los japoneses con la evolución de la pandemia de coronavirus y arrojan unos datos en los que más de la mitad de los habitantes del país piensan que los Juegos no deberían celebrarse.
Tras concluir los Juegos de Río de Janeiro en 2016, el objetivo de los organizadores de Tokio era que la cita japonesa superase en todos los registros a Londres 2012, considerados por el movimiento paralímpico como los mejores de la historia hasta el momento.
El frenazo que ha supuesto la pandemia de coronavirus deja en suspenso gran parte de las expectativas depositadas en estos Juegos de Tokio, que, según informa el Comité Paralímpico Internacional, han reducido “drásticamente el coste del evento y se realizarán solo con lo absolutamente fundamental».
Para la organización, las prioridades siguen siendo “promover el conocimiento del deporte para discapacitados, especialmente entre los jóvenes y ancianos y lograr una ciudad libre de barreras para las personas con discapacidad con la habilitación de autobuses con accesibilidad mejorada o la instalación de plataformas y ascensores en gran parte de las estaciones de metro y tren».
LA EXPERIENCIA DEPORTIVA
En lo que no duda el IPC es en que no se recortará nada que tenga que ver con el apartado puramente deportivo o pueda afectar a los deportistas. Hasta la capital japonesa está previsto que se desplacen 4.350 deportistas con discapacidad física, intelectual, visual o parálisis cerebral de más de 160 países, que buscarán alguna de las medallas en los 540 eventos -272 masculinos, 228 femeninos y 40 mixtos- que habrá en juego en 22 deportes, siendo nuevos el bádminton y el taekwondo.
En Tokio no estará Rusia, sancionada por el Tribunal de Arbitraje del Deporte bajo las normas de la AMA hasta el 16 de diciembre de 2022 debido a “la falsificación de la base de datos del laboratorio de Moscú que imposibilitó comprobar si 145 de los 298 deportistas sospechosos violaron las reglas antidopaje entre 2012 y 2015″.
La Agencia Mundial Antidopaje consideró que Rusia intentó encubrir posibles positivos y el TAS, en diciembre de este 2020, confirmó la sanción aunque dejando el castigo a dos años y abriendo la puerta a que estén en París 2024.
Los deportes que se disputarán en Tokio son atletismo, baloncesto, bádminton, boccia, ciclismo, fútbol, hockey en silla de ruedas, hípica, esgrima, fútbol 5, goalball, halterofilia, judo, natación, triatlón, piragüismo, remo, rugby, tenis, tenis de mesa, tiro olímpico, tiro con arco y voleibol sentado.
COBERTURA GLOBAL
Tokio 2020 también tendrá sus mascotas oficiales, al igual que el resto de Juegos. Miraitowa y Someity son las niponas. Miraitowa lleva el nombre de las palabras japonesas ‘futuro’ y ‘eternidad’, y Someity lleva el nombre de someiyoshino, un tipo de flor de cerezo. Han sido diseñadas por Ryo Taniguchi.
Los Juegos Paralímpicos de Tokio se beneficiarán de una cobertura de transmisión mucho más amplia que nunca, con veintiún disciplinas de diecinueve deportes que se mostrarán en vivo.
Ese número será superior a Río, en los que solo doce deportes fueron retransmitidos.
Una de las incógnitas que parece que se despejó en gran medida el pasado 17 de diciembre, a través de un comunicado del IPC, fue la de conocer cómo será la llegada, estancia y salida de los deportistas.
“En la Villa Olímpica y Paralímpica se establecerá un centro de toma de muestras y una sala de análisis para la realización de pruebas contra el virus.
Si se producen o se sospecha que se producen infecciones entre los atletas y el personal, el Centro de Control de Enfermedades Infecciosas del Comité Organizador Tokio 2020 se encargará de coordinar una pronta respuesta inicial, compartir información con los órganos competentes y gestionar la atención médica y las respuestas en materia de higiene necesarias”, informó el comunicado.
Además, los Comités Paralímpicos de cada país tendrán que adaptar sus protocolos de llegada y salida para asegurar que los atletas puedan llegar a la Villa entre siete y cinco días antes del comienzo de su competición y salir un máximo de dos días después de su finalización.
¿HABRÁ PÚBLICO?
La decisión final sobre si habrá público en los recintos y qué porcentaje o número máximo de espectadores permitidos habrá en las sedes se tomará en la próxima primavera. La decisión se tomará en función de los niveles de infección en Japón y en el extranjero y el desarrollo de la pandemia a nivel global.
“El mundo necesita los Juegos el próximo verano y, para los mil millones de personas con discapacidad en el mundo, los Juegos Paralímpicos del próximo año nunca han sido tan importantes ni tan urgentes.
Los Juegos serán una celebración de la diversidad y la destreza humana, una muestra global de la capacidad de recuperación y el punto de partida para un mundo mejor y más inclusivo”, dijo a EFE el brasileño Andrew Parsons, presidente del Comité Paralímpico Internacional.
Los Juegos Paralímpicos Tokio 2020 se celebrarán del 24 de agosto al 5 de septiembre de 2021.