MEXICO.- Con público en las gradas pese a que México está registrando sus mayores niveles diarios de muertes y contagios de coronavirus, el puerto de Mazatlán albergará a partir del domingo y hasta el 6 de febrero la 63ra edición de la Serie del Caribe.
Cinco de los seis países participantes tienen definidos ya a los equipos que los representarán en el certamen. La excepción es el propio país anfitrión, que no ha coronado todavía al campeón de la Liga Mexicana del Pacífico.
La serie entre los Naranjeros de Hermosillo y los Tomateros de Culiacán podría extenderse al máximo de siete juegos. De ser así, concluiría el sábado, un día antes del comienzo del clásico caribeño.
Se trata de la tercera vez en los últimos cinco años que México recibe el torneo.
La Secretaría de Salud del estado de Sinaloa, donde se ubica el puerto de Mazatlán, sugirió al comité organizador disputar el evento sin acceso de aficionados a las gradas. Pero el Comisionado del Confederación del Caribe, Juan Francisco Puello; el presidente de la Liga Mexicana del Pacífico, Omar Canizales; y el alcalde de Mazatlán, Luis Guillermo Benítez, han confirmado que se permitirá el ingreso del 45% del aforo del estadio Teodoro Mariscal. Eso representa alrededor de 7.200 personas por juego.
Se ha anunciado que la Policía Federal, el ejército mexicano y la Guardia Nacional auxiliarán a las autoridades locales para que se cumplan los protocolos sanitarios y para que se eviten las reuniones masivas previas o posteriores a los juegos.
Antes de cada encuentro se realizarán labores de limpieza y se desinfectarán todas las instalaciones del estadio, equipos de los jugadores e incluso las pelotas.
Se contará con cuatro puntos de acceso para verificar que los aficionados porten mascarillas y ocupen sus asientos asignados. Las conferencias de prensa serán a través de plataformas digitales.
El torneo arrancará al mediodía con el duelo Panamá-Colombia, seguido por Puerto Rico-República Dominicana y México-Colombia.
Las Águilas Cibaeñas tratarán de defender el campeonato que los Toros del Este capturaron para la República Dominicana en la edición anterior, y para ello contarán con la participación del estelar Robinson Canó, un ocho veces All-Star que no podrá jugar en la próxima temporada de Grandes Ligas por reincidencia en el uso de sustancias prohibidas.
Puerto Rico, en busca de un tercer título en cinco años, tendrá en sus filas al receptor Yadier Molina, un nueve veces All-Star que ahora mismo es agente libre.