ECONÓMICAS

San Cristóbal

Conversando sobre la Pedagogía Freiriana en el aula desde un Enfoque por Competencias

Por Freddy García. MA

Psicólogo-Maestro-Político.

Es necesario sin embargo que tengamos fundamentos para nuestra rebeldía y no para nuestra resignación frente a las ofensas que destruyen nuestro ser, basados ​​en la resistencia que nos preserva vivos, en la comprensión del futuro como problema y en la vocación para ser más como expresión de la naturaleza humana en proceso de estar siendo. Nos afirmamos no en la resignación sino en la rebeldía frente a las injusticias. (Freire, 1996).

Una educación en cuya práctica, la enseñanza de los contenidos no se separa nunca de la enseñanza del pensamiento cierto, de una forma de pensar anti dogmática, anti superficial, de un pensamiento crítico, que de forma constante, se prohíba a sí mismo caer en la tentación de la pura improvisación. (Freire, 1994).

Conversando sobre la Pedagogía Freiriana en el aula, desde un Enfoque por Competencias y Constructivista.

  • El Pensamiento Pedagógico de Freire se apoya en varios temas. 
  • El Pensamiento Pedagógico Freiriano es un legado que inspira diversas experiencias de la educación progresista, que buscan trabajar en la perspectiva de la emancipación social a partir de los oprimidos.

En ese sentido, la Pedagogía del Oprimido es una obra colectiva. No es más un escrito sólo de Freire, sino un pensamiento que se corporifica en el proceso histórico de los pueblos oprimidos en sus luchas de liberación. Es una Pedagogía comprometida con los procesos de emancipación social y como tal, provoca reacciones y represalias del status quo vigente, pues:

El sistema no teme al pobre que tiene hambre. Teme al pobre que sabe pensar. Lo que más favorece al neoliberalismo no es la miseria material de las masas, sino su ignorancia.

 Esa ignorancia las conduce a esperar la solución en el propio sistema, consolidando así su condición de masa de maniobra. La función central de la educación de carácter reconstructivo es deshacer la condición de masa de maniobra, como quería Paulo Freire. (Demostración, 2001, pág. 320)

La propuesta de una educación problematizadora converge hacia los desafíos concretos de construir caminos alternativos para proyectos innovadores en educación. En una perspectiva Freiriana, las experiencias educativas comprometidas con la humanización revelan el potencial de trabajar con una Pedagogía de la liberación a partir del diálogo crítico problematizador.

En el tercer capítulo de Pedagogía do Oprimido, Freire hace explícita la necesaria coherencia entre teoría y práctica y los fundamentos de la verdadera dialogicidad, que debe fundamentar todo y cualquier proyecto de educación que pretende afirmarse de modo coherentemente progresista/emancipador. En Pedagogía da esperanza, la relación intrínseca entre una visión antropológica humanizadora y una postura epistemológica crítica es una temática que Freire coloca en el centro de su reflexión sobre la necesaria actualización del pensamiento pedagógico de la Educación humanizadora.

Una educación en cuya práctica la enseñanza de los contenidos no se separe nunca de la enseñanza del pensar cierto, de una forma de pensar anti dogmática, anti superficial, de un pensar crítico, que de forma constante, se prohíba a sí mismo caer en la tentación de la pura improvisación. (Freire, 1994, p. 168) Según Freire, la propuesta de una pedagogía humanista-liberadora impulsa la construcción de una cultura de la liberación. La búsqueda de estar un nuevo ethos cultural a partir de los procesos de educación es una de las temáticas fecundas de Pedagogía do oprimido. En su último capítulo,Freire habla de una revolución cultural como camino de liberación para toda la humanidad. O sea, existe una cultura de dominación/opresión que se reproduce en una pedagogía planificada por los opresores y que efectivamente está presente en los procesos políticos culturales. El desafío a los oprimidos y a los que se solidarizan con ellos y luchan por la liberación y afirmación de una nueva cultura, que jamás reproduzca la opresión:

 

 La “revolución cultural” toma como campo de su acción transformadora

a la totalidad de la sociedad en reconstrucción, en los diversos quehaceres de los hombres (…). La reconstrucción de la sociedad, que no puede ser hecha de forma mecánica, tiene su instrumento fundamental en la cultura que se rehace culturalmente. (Freire, 993, p. 156) El pensamiento pedagógico freiriano es provocativo e incitante porque siempre está en movimiento, abierto a las diferencias culturales y a los nuevos desafíos frente a las realidades sociales. Freire es un pensador que no solamente propone el diálogo como camino para la educación, sino que construye un pensamiento profundamente dialógico.

Asumir la lucha por el inédito viable proviene de la naturaleza dinámica de la conciencia crítica, que hace del acto de soñar y proyectar colectivamente el futuro, un movimiento transformador del mundo. Las situaciones-límite pueden ser transpuestas porque creemos que el cambio se construye colectivamente en el desarrollo de los temas problema que se materializan en el inédito viable. Ese movimiento converge en la dialéctica acción-reflexión-acción, que ayuda a vislumbrar nuevas posibilidades de superación de los condicionamientos históricos momentáneamente inviables.

Las alternativas históricas construidas colectivamente a partir de la vivencia crítica del sueño anhelado, son capaces de alimentar la superación de las situaciones límite que impiden nuestra búsqueda de ser más. (Freitas, 2001).

Esta visión humanista de compromiso con la lucha por la transformación, coloca en discusión un tema emergente sobre la formación de un nuevo educador: un intelectual fronterizo, activista social, investigador crítico, ser ético, filósofo radical y revolucionario político y cultural.


Freire formuló el concepto de concienciación  para describir el proceso de transformación que experimentaban los oprimidos cuando se alfabetizaban, esto supone la interiorización y comprensión de la realidad del mundo que les rodea. Una vez aplicado este concepto de concienciación en la psicología se debe conseguir una crítica de uno mismo y de su existencia. Para que se dé esto, se tiene que cambiar la manera de enseñar, cambiar de Paradigma Educativo, cambiar la manera de concebir al estudiante y el aprendizaje. Esto sólo puede suceder si hay un sujeto consciente de su realidad, conocedor de ella, constructor de ella.

Un Estudiante que piense críticamente, que sea consciente de él o ella, que reconstruyas su vida, su actuar, su pensar, su vivir, que exista, que no sea un número, ni un nombre y apellido que sólo responde al pasar la lista.



“La concienciación  ha sido siempre inseparable de la liberación, al igual que la teoría y la práctica están indisolublemente unidas en la praxis. La práctica sin la teoría es activismo; y la teoría sin la práctica es bla-bla-bla.

La liberación se da en la historia a través de una praxis radicalmente transformante, que evita a un tiempo el idealismo y el objetivismo mecanicista.

El idealismo, en primer lugar. Con frecuencia el error de los cristianos ha estado en creer que la liberación ha estado o se vivía en el interior de la conciencia de cada cual, y que el cambio de estructuras se deducía del reajuste de la vida moral privada. En esta perspectiva, la escuela se concebía como transformadora de la sociedad, cuando sucede exactamente lo contrario”.

Para que suceda esto, se tiene que cambiar la manera de concebir la Escuela, como algo que está de espalda a la sociedad, como una cárcel, rodeada de paredes, cerrada todo el día. Se necesita una Escuela que se involucre en las problemáticas de la comunidad, que participe de la vida social y cultural de la comunidad, que conozca el barrio, que conviva con los munícipes y explore sobre sus orígenes, sus vivencias.

Que cambie el Modelo Educativo, que abandone la memorización, que cambie la concepción de estudiante pasivo, a un estudiante cuestionador, investigador, pro-activo, que construya sus aprendizajes, que  sea emprendedor.



Para Freire la cuestión sobre el acto de enseñar y el de aprender fue lo que le llevo a hablar y a oponerse a la educación bancaria. Según Paulo para poder enseñar tienes que saber o poseer aquello que enseñas, y primeramente conocer la situación en la que se encuentra el educando y por ello el educador debe ser ético y respetar los límites de los educandos, pero a la vez ayudarle y buscar un camino adecuado para su formación. 

Se precisa entonces, de un Nuevo Modelo Educativo, donde el conocimiento no venga pre-construido, donde el conocimiento sea significativo para el estudiante, donde no se priorice la memoria, donde el educador no sea un conferenciante, donde se construya el conocimiento desde un enfoque Constructivista, desde un Enfoque por Competencias, donde se considere la Meta-cognición, donde se tomen en cuenta las Inteligencias Múltiples, desde un  Enfoque Holístico.



El educador debe estar a disposición del educando dentro de unos límites, y viceversa, se trata entonces de una relación en la que ambos se necesitan. El punto de partida de la educación está en el contexto cultural, ideológico, y social de los educandos, aunque esté desecho o con dificultades, la tarea del educador es rehacerlo. Freire concibe al educador como un artista y a la educación como algo maravilloso. 

Desde este punto de vista

El Educador es una persona que vive en constante aprender, que conoce de la cultura, de la política, de la investigación, que participa en eventos  científicos, que cuestiona, se cuestiona, es un constructor social y de personalidad.

Tiene que considerarse como un elemento del sistema, no el único y centro de interés, se involucra con los y las estudiantes, se confunde con ellos y ellas, aprende con ellos y ellas, experimenta con ellos y ellas, se revisa constantemente.



Por lo tanto, en la concepción bancaria, el sujeto de la educación es el educador el cual conduce al educando en la memorización mecánica de los contenidos. Los educandos son así una suerte de "recipientes" en los que se "deposita" el saber, y el único margen de acción posible para los estudiantes es el de archivar los conocimientos. 

El saber, es entonces una donación. 

Freire sostiene que “la educación verdadera es praxis, reflexión y acción del hombre sobre el mundo para transformarlo”91.

 La educación tiene en el hombre y el mundo los elementos bases del sustento de su concepción.

Para Freire esto no tiene sentido, entiende que el estudiante es una cosa que está ahí, algo sin movimiento, que no tiene vida, un objeto. En la concepción bancaria, el sujeto de la educación es el educador el cual conduce al educando en la memorización mecánica de los contenidos. Los educandos son así una suerte de "recipientes" en los que se "deposita" el saber.

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