EFE
Ginebra, Suiza
El director de Emergencias Sanitarias de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Mike Ryan, pidió hoy disculpas a la opinión pública por la actual confusión que reina respecto al uso de hidroxicloroquina como tratamiento para pacientes de COVID-19, con estudios científicos contradictorios.
"Nos disculpamos colectivamente por la imagen de confusión que los estudios pueden dar, pero hay que seguir las evidencias científicas y asegurarse de que las personas que entran en estos ensayos clínicos lo hacen de una forma segura y que dé prioridad a su bienestar", destacó en rueda de prensa.
Ryan hizo estas declaraciones el mismo día en que la Universidad de Oxford anunció el fin de los ensayos con hidroxicloroquina en pacientes británicos al determinar que no producía beneficios visibles en ellos.
La OMS, por su parte, detuvo sus propios ensayos la semana pasada al publicarse un estudio en la revista The Lancet que concluía un aumento de los índices de mortalidad en pacientes tratados de hidroxicloroquina, pero los reanudó esta semana, después de que tres de los cuatro autores del artículo se retractaran.
"Ocurre muy raramente, pero cuando una publicación encuentra que un artículo es cuestionable hace lo correcto al retirarlo", indicó el director de emergencias de la OMS al respecto.
La jefa de científicos de la organización internacional, Soumya Swaminathan, añadió que los datos contradictorios en ensayos paralelos sobre un mismo fármaco o tratamiento son algo normal en la investigación científica, solo que ahora se están siguiendo con mayor atención en la prensa debido a la emergencia global.
"Es un proceso científico habitual, obtener diferentes resultados en distintos ensayos, y la comunidad investigadora normalmente requiere más de un test para confirmar los efectos", indicó la científica india.
"Animamos a la opinión pública a comprender lo que significan unos ensayos aleatorios, detenerlos o continuarlos no es la decisión de un individuo sino que se basa en evidencias", aseguró.
Swaminathan señaló que, pese a los datos publicados por la Universidad de Oxford, con la que la OMS está en contacto, el organismo internacional continúa con sus ensayos, tras haberlos detenido durante unos diez días.
"Se trata de dos ensayos diferentes, seguiremos con los nuestros por ahora y consideraremos futuros datos de los ensayos con pacientes aleatorios", explicó.
La hidroxicloroquina es un medicamento utilizado desde hace décadas en enfermos de malaria y de afecciones reumáticas, e incluso durante los días en que la OMS paralizó sus ensayos siguió siendo ampliamente utilizado en Brasil y Estados Unidos, los dos países con mayor número de casos de COVID-19.