WASHINTON (EFE).-Cerca de un millón y medio de personas perdieron sus trabajos y pidieron las prestaciones por desempleo la semana pasada en Estados Unidos, aunque el número total de beneficiarios de ese subsidio bajó de los 20 millones por primera vez en dos meses, informó ayer el Gobierno.
Según las cifras del Departamento de Trabajo, las solicitudes semanales de ayudas por desempleo ascendieron a 1,48 millones, unas 60,000 menos que la semana anterior.
Estas cifras suponen una mala noticia respecto a la evolución del desempleo, ya que los economistas privados esperaban un aumento muy inferior, hasta 1,32 millones de solicitudes.
“El peligro ahora es que los reclamos de subsidio de desempleo crezcan en estados donde las infecciones aumentan rápidamente y las personas comienzan a mantenerse alejadas de los restaurantes y centros comerciales”, dijo Ian Shepherdson, economista jefe de Pantheon Macroeconomics, a la cadena de televisión estadounidense CNBC.
El dato publicado ayer marcó la decimocuarta semana consecutiva en que las prestaciones de desempleo se mantuvieron por encima de un millón, es decir, desde la semana que terminó el 21 de marzo.
La actividad económica en el país se paralizó durante casi dos meses por las medidas de confinamiento y las restricciones de movilidad para contener la expansión del virus, que ha dejado más de 2,3 millones de contagios confirmados y 120,000 muertos por la Covid-19.
La pandemia obligó entonces a miles de empresas en EE.UU. a cerrar o restringir severamente sus actividades para frenar la propagación del virus.
Esta situación provocó en el país el desplome del PIB más grande desde la Gran Recesión, hace más de una década.