Europa Press
Brasilia, Brasil
El Ministerio de Salud de Brasil ha confirmado este martes 1,215 muertes más, lo que significa un total de 122,596 personas fallecidas por la COVID-19 en el país; mientras, el presidente, Jair Bolsonaro, ha expresado que "no se puede obligar a nadie a vacunarse".
Las palabras del presidente brasileño se produjeron durante el domingo frente al Palacio de Planalto, donde uno de sus seguidores le pidió que "no permitiera ese negocio de la vacuna", ya que es "peligroso", según se ve en uno de los vídeos que registraron el momento y que fueron difundidos por redes sociales.
Este martes, las afirmaciones que Bolsonaro emitió ante un grupo de seguidores se han hecho oficiales a través de un mensaje en redes sociales de la Secretaría de Comunicación, en el que se asegura que "el Gobierno de Brasil vela por las libertades".
"El Gobierno de Brasil ha invertido miles de millones de reales para salvar vidas y preservas empleos. Ha creado alianzas y se invertirá en la producción de una vacuna, pero imponer obligaciones no está definitivamente en los planes", reza el texto.
En su último balance, las autoridades sanitarias han confirmado 42.659 nuevos contagios, lo que supone un total acumulado de 3.950.931 casos, aunque ya hay 3.159.096 personas recuperadas.
El estado de Sao Paulo, en el sureste de Brasil, es el más afectado por la pandemia, con 30,375 muertos y 814,375 casos acumulados.