Ocho religiosas, que vivían en una sola comunidad en la zona de los suburbios de Milwaukee en Estados Unidos, fallecieron la semana pasada a causa del coronavirus. De este grupo, cuatro murieron el mismo día.
Según informa AP, el convento de Elm Grove de las Hermanas Educadoras de Notre Dame (Nuestra Señora) estuvo libre del coronavirus durante los últimos meses, pero la congregación supo, el Día de Acción de Gracias a fines de noviembre, que una de las casi 100 religiosas que residen allí dio positivo al COVID19.
La hermana Debra Marie Sciano, superiora de la provincia Central Pacífico de la congregación, dijo que el contagio se dio pese a los esfuerzos para evitarlo, siguiendo todos los protocolos sanitarios.
“Aunque las hermanas son ancianas y se han ido con Dios a los 80 o 90 años, no esperábamos que esto sucediera tan rápido. Ciertamente esto ha sido muy difícil para nosotros”, dijo la religiosa.
Según el sitio web de la congregación, las hermanas Rose M. Feess y Mary Elva Wiesner murieron el 9 de diciembre. La hermana Dorothy MacIntyre el 11, Mary Alexius Portz falleció el día 13, mientras que Cynthia Borman, Joan Emily Kaul, Lillia Langreck y Michael Marie Laux murieron el lunes 14.
“Creemos que cada una de estas hermanas y todas las hermanas, en realidad, han hecho una diferencia en este mundo. Creo que es importante que las personas sepan eso y que ellas estuvieron comprometidas hasta el final de sus días”, dijo la hermana Sciano.
La religiosa dijo además que espera que otros aprendan de la vida de estas hermanas y que continúen su misión “tal vez para hacer este mundo un poco mejor”.
La superiora explicó que se ha aislado a las demás religiosas que han dado positivo al coronavirus y que están siendo atendidas en sus cuartos.
La congregación se estableció en Milwaukee en 1859 con un orfanato, que luego se convirtió en un hogar para ancianos y religiosas enfermas.
Las religiosas explican en su sitio web que su “misión es proclamar el Evangelio como Hermanas Educadoras de Notre Dame (Nuestra Señora), dirigiendo toda nuestra vida hacia la unidad a la cual Jesucristo nos ha enviado”.
“Nuestro ministerio está dirigido hacia la educación. Educar para nosotras significa capacitar a las personas para que alcancen la plenitud de su desarrollo como individuos creados a la imagen de Dios y ayudarlos a usar sus talentos para la construcción de nuestro mundo”, explican.