La parroquia de la Virgen de la Paloma, en Madrid, pidió a los fieles unirse en oración por las víctimas de la explosión que ocurrió este miércoles en la capital española, y que ha dejado hasta el momento cuatro fallecidos y a uno de los sacerdotes en estado grave.
Aproximadamente a las 3:30 p.m. de este miércoles una fuga de gas provocó la explosión de una caldera en un edificio perteneciente a la parroquia de la Virgen de la Paloma, en la calle Toledo del centro de Madrid. El edificio ha quedado destruido parcialmente.
La explosión provocó la muerte de David Santos, el electricista de 35 años que revisaba la caldera. A su lado estaba el P. Rubén Pérez Ayala, de 34 años de edad y que ha sido trasladado en estado grave al hospital de “La Paz” de Madrid.
Ambos pertenecían al Camino Neocatecumenal. En el caso de Santos, deja a cuatro hijos. La explosión también provocó la muerte de una anciana de 85 y de otras dos personas aún no identificadas.
Al lado del edificio se encuentran la residencia de ancianos Los Nogales, gestionado por la parroquia, y el Colegio de La Salle. Sin embargo, no hubo víctimas en estas instalaciones.
El P. Pérez Ayala había sido ordenado el 16 de junio de 2020. Por esos días compartió a Infomadrid que “cuando era más joven, por dentro estaba en un combate interno muy fuerte; tenía muchos problemas”. Sin embargo, “me he encontrado a lo largo de mi vida con varios sacerdotes que me han ayudado”, y siempre “me intrigaba su forma de vivir y la alegría que tenían”.
“Solo cuando me di cuenta de que Cristo me llamaba a entregar toda mi vida sin guardarme nada para mí, fui capaz de vivirlo con alegría”, dijo. Luego aseguró que cuando uno se entrega al Señor y a los demás, “vives mejor”.
Por su parte, el Arzobispo de Madrid, Cardenal Carlos Osoro, se acercó a la parroquia de La Paloma y dijo que reza “por la comunidad cristiana en estos momentos de dificultad y pido por las víctimas”.