Roma (EFE).- Catorce personas, incluidos algunos extranjeros, fallecieron ayer al precipitarse la cabina del teleférico alpino en la que viajaban junto al Lago Mayor, en el norte de Italia, y un niño se encuentra en estado crítico, en una tragedia ocurrida en uno de los lugares más bellos del país que ha causado una gran conmoción entre los italianos.
Dos niños, de 5 y 9 años, sobrevivieron al impacto y fueron trasladados en helicóptero hasta el Hospital Reina Margarita de Turín, donde fueron intervenidos por numerosas fracturas y traumatismos. Uno de ellos falleció horas después y se teme por la vida del otro, según los médicos.
La cabina se encontraba a 300 metros de la estación de llegada, en Mottarone, y a 100 metros del último pilar, en uno de los puntos de mayor altura del teleférico, que, debido a las restricciones por la pandemia, solo permitía la entrada de 15 pasajeros por habitáculo, cuando habitualmente podían ir hasta 40.
El teleférico había sido cerrado en 2014 para ser sometido a una revisión general. Completamente renovado, se reinauguró en agosto de 2016 tras unas obras que costaron 4 millones de euros y que incluyeron la sustitución de motores, cuadros eléctricos, equipos electrónicos y transformadores.
Tras los meses de confinamiento por la pandemia, había reabierto sus puertas el pasado 24 de abril.