Una iniciativa del gobierno de Puerto Rico para regalar entradas a los esperados conciertos de Bad Bunny ha encendido un fuerte debate en la isla, generando opiniones encontradas entre las autoridades y el público.
La propuesta, parte de la campaña gubernamental "Debí tomar más training", busca distribuir boletos para la residencia del artista, titulada "No me quiero ir de aquí". Estos conciertos están pautados para el 11 de julio y el 14 de septiembre en el emblemático Coliseo de Puerto Rico José Miguel Agrelot. Los beneficiarios serían estudiantes sobresalientes y empleados públicos.
La medida ha encontrado una notable oposición, principalmente por parte del presidente del Senado, Thomas Rivera Schatz. El senador ha calificado la propuesta como "un insulto" y ha cuestionado la idoneidad de Bad Bunny como figura para premiar la excelencia académica, argumentando que su música "denigra a las mujeres y promueve la violencia". Rivera Schatz ha sugerido que el gobierno debería recompensar la excelencia con una suma económica "MILLONARIA", equivalente a los beneficios contributivos que ha recibido el propio artista, para ser repartida entre los mejores estudiantes de Puerto Rico. Según sus palabras, Bad Bunny "regala migajas a cambio de millones".
Por otro lado, los defensores de la iniciativa la ven como una forma relevante y culturalmente apropiada de reconocer el mérito académico y de ofrecer incentivos a los servidores públicos. El Departamento de Educación ha respaldado la propuesta, identificando claramente a los dos grupos que recibirán las entradas: estudiantes de escuela superior con los promedios académicos más altos en su último año y empleados del gobierno.