En la República Dominicana es común el incumplimiento y violación a las leyes en el área de tránsito y movilidad, para muchos ciudadanos eso es normal.
La provincia San Cristóbal no escapa de dicha situación, aquí el caos y el desorden impera en todas nuestras calles día por día.
Desde los motoconchista que suben sus unidades en las aceras, los que no respetan los semáforos y señales en donde son visibles; los rebases temerarios, los excesos de velocidades en áreas urbanas, la manipulación de celulares mientras se conduce, la imprudencia de conducir bajo los efectos de alcohol.
Esto es sólo por mencionar algunos de los cientos de casos que cada año son responsables de más de 2,000 muertes por accidentes de tránsito según los registros de la Digeset.
Es por ello que debemos exigir que nuestras autoridades obliguen a los conductores al estricto cumplimiento de las leyes de tránsito y por otra parte apelar a la conciencia de los ciudadanos para que asumiendo cada uno el rol de compromiso y respeto, procuremos conducir con la debida prudencia que garantice nuestra integridad personal como la de los que transitan en las calles.
Por Javier Agustín