Controversias desde distintos litorales ha causado este año el Sermón de las Siete Palabras, pronunciado por un grupo de sacerdote el Viernes Santo.
En los últimos cinco años, desde 2015 hasta la fecha, estos discursos han servido como desahogo para la Iglesia con relación a problemáticas que afectan a República Dominicana.
La primera palabra: “Padre perdónalos porque no saben lo que hacen”, el reverendo padre José Alberto Vargas arremetió contra “aquellos que ponen sus intereses personales, de su grupo o partido por encima de nuestro proyecto de nación, olvidando que por encima de la patria solamente está Dios”, así como los que quieren perpetuarse en sus cargos sin importar que para cumplir este cometido pasen por encima de la Constitución.
Las debilidades del sistema de justicia fue otro de los temas expuestos, esta vez en la segunda palabra, “Hoy estarás conmigo en el paraíso”, en la que el sacerdote José Pastor Ramírez leyó que quienes la administran están “trabajando para que la corrupción que se genera en las instancias de la sociedad quede impune”. Tema que fue mencionado, al igual, en la cuarta palabra: “Dios mío, Dios mío porque me has abandonado”. En 2018 la Iglesia arremetió, en la primera palabra, contra quienes promueven el odio, el rencor y la xenofobia, con el pretexto de ser “nacionalistas”.
Este tema siguió en la segunda, en la que hizo mención a aquellos que están aferrados a un “patriotismo barato” contra los inmigrantes.
“Es verdad que no podemos recibir a todos los ilegales haitianos que cruzan por la frontera, pero no se puede tratar de incentivar en los más ignorantes un nacionalismo rancio y barato que no toca a quienes se benefician de la mano barata de los trabajadores haitianos ni reclaman la aplicación de las leyes laborales”, también enfatizaron en la tercera palabra: “Mujer, ahí tienes a tu hijo. Hijo, ahí tienes a tu madre”.
En 2017 las Siete Palabras atacaron a quienes intentaban legalizar el aborto, al manifestar que deberían estar sentados en el banquillo de los acusados.
“En un país que se legaliza el aborto ¿se puede hablar de justicia? ¿Qué esperanza puede tener la vida cuando los encargados de protegerla la desprotegen? Es más fácil promover el aborto que promover la familia, la fidelidad matrimonial, la responsabilidad materna.Fuente