Las misas católicas y cultos evangélicos comenzaron a realizarse la mañana del pasado domingo bajo estrictas medidas de seguridad, luego de dos meses y medio de que los servicios religiosos hayan sido prohibidos por la pandemia del coronavirus COVID-19.
Tal fue el caso de la Parroquia Nuestra Señora de la Consolación y la Iglesia de Dios El Buen Pastor, en la provincia San Cristóbal, donde se observó un número reducido de feligreses.
Los miembros asistieron a las misas católicas y cultos evangélicos con mascarillas y guardando la debida distancia entre una persona y otra, pero felices de volver a reencontrarse en la casa de Dios.
Por Luisanna Medina
Foto: Marcial Báez