A propósito de que el Gobierno anunció que no habrá canastas ni bonos navideños, sectores religiosos invitaron al Poder Ejecutivo a repensar la medida para que no afecte a los más vulnerables.
A propósito de celebrarse hoy 16 de octubre el Día Mundial de la Alimentación, la solicitud la hizo el Consejo Interreligioso para la Seguridad Alimentaria y Nutricional (CISAN), conformado por la Conferencia del Episcopado Dominicano (CED), la Iglesia Episcopal Dominicana (IED) y el Consejo Dominicano de Unidad Evangélica (CODUE), que dijo que le preocupa la situación, por lo que no están contestes con la decisión del Gobierno.
Los religiosos dijeron estar conscientes de que el país vive una situación difícil, al igual que el resto de los países con la situación de la pandemia, pero llamaron al gobierno a pensar en los más vulnerables en esta Navidad y que dé las canastas navideñas.
“Le hacemos un llamado al gobierno, que pueda pensar en los pobres vulnerables en esos campos que dependen de esa fundita de comida que se necesita en este tiempo”, dijo Feliciano Lacen, del Codue.
Igualmente, añadieron que el desempleo ha aumentado por el Covid-19, por lo que sugieren usar como plataforma a las iglesias y las instituciones civiles para que a esos hogares llegue una ración y puedan celebrar la navidad.
Piden seguridad alimentaria se reconozca como un derecho
A propósito del Día Mundial de la Alimentación, la comunidad religiosa pidió que se reconozca la seguridad alimentaria como un derecho fundamental vinculado al desarrollo humano, como lo establece la Constitución.
Reclamó al Estado dominicano, al empresariado, a los líderes políticos, a la sociedad civil y a todos los dominicanos, que se asuma la seguridad alimentaria como un derecho.
El CISAN considera imperativo continuar la búsqueda de soluciones duraderas a fin de superar la inseguridad alimentaria, sobre todo de la población más vulnerable, que clama por la caridad, solidaridad y justicia.
Resaltó la comunidad religiosa que “al inicio de la pandemia, el país registraba una tasa de pobreza extrema oscilante entre el 5 % y el 10 % de la población, situación alarmantemente agravada por el incremento de la tasa de desempleo, inestabilidad económica para muchas familias dominicanas y crisis sanitaria nacional”.
Tras detallar las donaciones realizadas con el apoyo del Estado y otras entidades, indicaron que la articulación entre instituciones gubernamentales, el sector privado y la sociedad civil es clave para responder a las necesidades de la población durante las emergencias provocadas por la pandemia.
Resaltaron la importancia de que siga la coordinación de acciones que promuevan huertos orgánicos comunitarios y acciones para propiciar el crecimiento personal y grupal a través de programas de apoyo emocional y psicológico a las familias afectadas.
Pidieron, además, hacer conciencia de que solo con la continuidad del apoyo recibido, se puede aliviar la carga de los más vulnerables.