El director ejecutivo de Acción Empresarial por la Educación (Educa), Darwin Caraballo, celebró la decisión del Gobierno de llevar a cabo el próximo año escolar de manera presencial y recomendó una serie de medidas para mejorar la calidad del sistema educativo dominicano.
Sostuvo que “República Dominicana ya tenía una situación estructural crítica en materia de calidad educativa previo a la pandemia, como fruto de la forma como se ha desenvuelto el sistema educativo dominicano en los últimos 20 años, por lo que planteó que ahora lo importante es posibilitar que se realicen las reformas que el país necesita para impulsar la calidad académica en todos los niveles del sistema educativo.
“Solo el 12 % de los estudiantes de República Dominicana lee con fluidez en el tercer grado de primaria; apenas un 4 % de los que cursan el sexto grado puede resolver figuras geométricas elementales u operaciones simples, como la regla de tres y es únicamente a los 15 años de edad que uno de cada mil estudiantes dominicanos logra niveles de rendimiento superior”, recordó.
Ante esa realidad, sostuvo que la caída que experimentará la educación dominicana por haber cerrado las escuelas durante la pandemia no será tan significativa como la que ocurrirá en otros países de la región.
Sobre el problema de la virtualidad, recalcó que radica en la desigualdad que genera porque aquellos niños que proceden de hogares más favorecidos tienen mejores condiciones para seguir el calendario escolar, ya que poseen tecnología, internet, un espacio para trabajar en la casa y una persona que los cuide.
“Un número muy relevante de la matrícula de la educación pública y de gran parte de la educación privada queda con un aprendizaje relativamente menor por no tener esas condiciones”, explicó.
Justamente para evitar inequidad, el experto, que ha sido consultor de varios organismos internacionales, menciona como primera recomendación que los centros educativos del país asuman la modalidad presencial como regla y recurran a la interrupción solo como excepción por razones de salud, de modo que tan pronto se pueda cumplir con el tiempo de cuarentena (14 días, según indica la ciencia), se vuelva a la escuela.
Para frenar la deserción escolar, propone que el Minerd desarrolle un plan nacional a fin de que cada niño o niña que se haya desconectado del proceso formación durante la pandemia, regrese a la escuela.
Educa estima que existe el riesgo de que 100 mil estudiantes en todos los niveles, desde la primaria hasta secundaria, hayan salido del sistema educativo antes de culminar sus grados.
“El país no puede perder a cien mil niños y niñas de las escuelas. Eso es algo en lo que hay que trabajar decididamente”, comentó Caraballo, durante una entrevista con elCaribe.
Nivelación
Sugiere que durante el verano, las autoridades elaboren un plan de nivelación para que los estudiantes completar los distintos niveles previstos en el currículo y que por distintas razones no alcanzaron. Puntualiza que eso implica trabajar desde una perspectiva de “personalización de la educación porque de seguro habrá muchas realidades”.
Realizar una medición del nivel de aprendizaje durante este año tan particular es otra de las recomendaciones del director ejecutivo de Educa, quien asegura que una iniciativa de esa naturaleza contribuirá a una mejor definición y diseño de los planes de estudio.
Para el experto, impulsar un proceso de formación docente que reafirme los esfuerzos que se han hecho hasta ahora a fin de mejorar sus conocimientos y capacidad pedagógica es el otro componente que no se puede quedar fuera.
En República Dominicana hay 170,000 docentes que imparten clases tanto en el sector público como en el privado, conforme a las cifras que maneja Educa.
Cuando se le pregunta si la entidad ha tenido la posibilidad de evaluar el trabajo docente durante el presente año escolar, Caraballo responde que no es posible sacar una conclusión que represente a todos los profesores del país porque la heterogeneidad es tanta como docentes hay. No obstante, deja claro que si no hubiese sido por el compromiso de los docentes dominicanos, la situación habría sido mucho peor. “Nadie estaba preparado en el mundo para esta pandemia y ellos sacaron lo mejor de su creatividad y compromiso”, concluyó.
Suspensión de exámenes no es para preocuparse
Que durante dos años consecutivos no se impartan las Pruebas Nacionales, desde el punto de vista de Darwin Caraballo, no tiene ninguna importancia e implicación futura. “Las Pruebas Nacionales no son justas”, afirma de forma categórica, tras considerar que atribuyen solo al estudiante la responsabilidad del aprendizaje.Sostiene que ningún sistema educativo robusto del mundo y menciona a Japón y a Finlandia como ejemplos, tiene el concepto del examen como medición o una prueba como parte de su currícula.
Basadas en el currículo vigente, las Pruebas Nacionales se imparten en las áreas de Lengua Española, Matemática, Ciencias Sociales y Ciencias de la Naturaleza y evalúan los logros de aprendizaje de los estudiantes al concluir los niveles básico y medio. Tienen consecuencias para la promoción ya que poseen un valor de un 30% de la calificación final que requiere el estudiante para aprobar el grado.
Grado
La presencialidad demostró que es insustituible, sobre todo del nivel preescolar hasta el sexto grado de la primaria”.
Darwin Caraballo
100,000
Deserción Es la cantidad de estudiantes que podría haberse desconectado del sistema educativo durante la pandemia.