Alrededor de cuatro mil pacientes en diálisis que registra el país, se estima que el 80% pertenece a un estatus social medio bajo, según afirmó la encargada del departamento de Nefrología Pediátrica de la Plaza de la Salud Mabel Hernández.
Señaló que, aunque la mayoría posee seguro médico, los gastos adicionales para sobrellevar la patología son altos por su complejidad.
Osval Ramírez, padre de una niña de once años que padece de insuficiencia renal desde diciembre del año pasado, narró que pese a contar con un seguro médico sus gastos se han aumentado en un 50%.
Refirió que es una situación cuesta arriba porque no percibe un sueldo fijo, ya que trabaja manejando un camión de trasporte y no todos los días consigue un servicio.
Ramírez expresó que aparte de comprar medicamentos y material gastable para cada diálisis, debe velar que su hija consuma alimentos bajos en potasio y sal.
“Cada semana gasto más de mil pesos solo en quesos libre de sodio, esto, entre otras cosas, han disparado el presupuesto”, dijo el padre de familia.
Explicó que aparte de eso se prepara para someter a la niña a un trasplante de riñón, lo cual es un procedimiento que cuesta casi un millón de pesos.
Eso sin sumar, refiere Ramírez, los gastos de estudios y analíticas previas a la cirugía que debe someter a la niña y al donante.
Significó que esto les ha implicado hacer recortes en su presupuesto de los gastos que no son básicos, y dijo que la situación no les ha afectado tanto gracias a las ayudas de amigos y familiares que se solidarizan con el casoFuente.