Estados Unidos recordó las vidas perdidas y transformadas por los ataques del 11 de septiembre el miércoles, en un aniversario rodeado por la política de la campaña presidencial donde el presidente Joe Biden, el expresidente Donald Trump y la vicepresidenta Kamala Harris estuvieron juntos el miércoles en la zona cero.
El 11 de septiembre —la fecha en el que los ataques con dos aviones secuestrados provocaron la muerte de cerca de 3.000 personas en 2001— cae en medio de la temporada electoral cada cuatro años, y esta vez se produce en un momento especialmente agudo. La ceremonia de aniversario en el World Trade Center reunió a Harris y Trump, los nominados demócrata y republicano respectivamente, cara a cara pocas horas después de su primer debate, realizado la noche del martes.
Biden y Trump se dieron un apretón de manos, y el exalcalde de Nueva York Michael Bloomberg acudió a facilitar un saludo entre Harris y Trump. Luego, los rivales presidenciales quedaron a unos cuantos pies de distancia, con Biden y Bloomberg entre ellos, mientras la ceremonia iniciaba con un toque de campana y un momento de silencio.
El telón de fondo político no fue lo más importante para los familiares de las víctimas, como Cathy Naughton, quien acudió para honrar a su primo, Michael Roberts, uno de los cientos de bomberos muertos en el ataque.