VATICANO, 26 Dic. 16 / 06:55 am (ACI).- Durante el Ángelus presidido en la Plaza de San Pedro, en el Vaticano, por el Papa Francisco afirmó que el mundo odia a los cristianos por la misma razón por la que odio a Jesús, porque "Él trajo la luz de Dios y el mundo prefiere ocultar las tinieblas para ocultar sus obras malas".
Ante los fieles reunidos en la Plaza de San Pedro, el Pontífice se preguntó por qué el mundo odia a los cristianos, por qué hay tanta persecución contra aquellos que creen en el Evangelio.
"El mundo odia a los cristianos por la misma razón por la que odió a Jesús, porque Él trajo la luz de Dios y el mundo prefiere las tinieblas para ocultar sus obras malas. Hay una oposición entre la mentalidad del Evangelio y la mentalidad de lo mundano. Seguir a Jesús significa seguir su luz, que se enciende en la noche de Navidad y disipa la oscuridad del mundo", señaló.
El Pontífice recordó, con motivo de la fiesta de San Esteban, el primer mártir, a todos los cristianos que sufren persecución y violencia en el mundo. Señaló que "el martirio continúa estando presente en la historia de la Iglesia, desde Esteban hasta nuestros días", y repitió las palabras de Jesús en el Evangelio: "Seréis odiados por causa de mi nombre".
"También hoy la Iglesia, para dar testimonio de la luz y de la verdad, experimenta en diversos lugares duras persecuciones, hasta la suprema prueba del martirio. ¡Cuántos de nuestros hermanos y hermanas en la fe sufren abusos, violencia y son odiados por su fe en Jesús!", exclamó.
Francisco explicó que "los mártires de hoy son más que aquellos que murieron en los primeros siglos. Cuando leemos la historia de los primeros siglos del cristianismo, aquí en Roma, leemos tanta crueldad con los cristianos... Yo os digo: es la misma crueldad que hay hoy con los cristianos, y en número mayor".
El Obispo de Roma exhortó a pensar de forma especial en ellos, "y a permanecer cercanos a ellos en nuestro afecto, en nuestra oración y, también, en nuestro clamor".
En este sentido, subrayó con admiración cómo "ayer, día de Navidad, los cristianos perseguidos en Irak celebraron la Navidad en su catedral destruida". "Es un ejemplo de fidelidad al Evangelio. A pesar de las pruebas y peligros, dan testimonio con valentía de su pertenencia a Cristo, y viven el Evangelio trabajando en favor de los últimos, de los que más sufren, haciendo el bien a todos sin distinción. Testimonian, así, la caridad en la verdad".
El Papa resaltó el valor del martirio de San Esteban para la comunidad cristiana. "Es el testimonio glorioso propio del martirio cristiano, sufrido por amor a Jesucristo", afirmó.
"El protomártir Esteban, lleno del Espíritu Santo, fue lapidado porque confesó su fe en Jesucristo, Hijo de Dios. El Unigénito que viene al mundo invita a cada creyente a escoger el camino de la luz y de la vida. Este es el significado profundo de su venida a nosotros. Amando al Señor y obedeciendo a su voz, el diácono Esteban escogió a Cristo, Vida y Luz para cada hombre. Al elegir la verdad se convirtió, al mismo tiempo, en víctima del misterio del mal presente en el mundo. ¡Pero en Cristo, Esteban ha vencido!".