Opinión
Por María Eugenia Fernández de la Llera
Hoy asistí a la celebración del Día de la Independencia de la República Dominicana, la fecha es el 27, pero como es feriado y mañana sábado no hay clases, los estudiantes lo celebran hoy. Sentí el patriotismo en la energía de los jóvenes que aplaudían con vehemencia las representaciones de sus compañeros, ya en poesía, ya en baile, ya en cantos, todo con el hilo conductor de la Patria. ¡Pero qué coincidencia! Hoy en Cuba, en la Patria mía, se celebra el inicio de la Guerra del 95, la Necesaria, la organizada por muchos cubanos liderados por Martí y por Gómez... ¿Gómez? Sí, Máximo, el gran y máximo dominicano que se hizo cubano a fuerza de valor y de heroísmo. ¿Coincidencia que hoy yo esté, en la Patria de Gómez, celebrando la independencia de su país, cuando en el mío -también suyo-, se celebra el estallido de la enorme Guerra de Independencia de los cubanos de la que él es protagonista por excelencia? No, no es coincidencia, es hermanamiento de pueblos de Nuestra América. Dios bendiga nuestras historias, nuestros presentes y nuestros futuros, y sobre todo a estos dos grandes pueblos que hoy celebran, uno el inicio de su epopeya independentista, otro, el logro del ideal libertario.