El Supremo de Estados Unidos emitió este jueves un fallo que permite a los estados quitar la financiación del plan público Medicaid a la mayor proveedora de servicios de salud reproductiva y de abortos del país, Parenthood, lo que supone un nuevo revés para los derechos reproductivos a nivel nacional.
La decisión del Alto Tribunal quedó dividida en 6-3, con la mayoría conservadora a favor de limitar los fondos y tres juezas liberales en contra del fallo, que da un nuevo impulso a los esfuerzos de miembros del partido republicano por desfinanciar a la red, que engloba a unos 600 centros de atención en todo EE.UU.
Según informes de la propia organización, el dinero de la sanidad pública destinado a Planned Parenthood no se utiliza para realizar interrupciones del embarazo, sino para medicamentos anticonceptivos, pruebas de embarazo y otros asuntos relacionados.
Solo el 5 % de los beneficiarios de Medicaid han solicitado servicios de salud sexual y reproductiva en esta red en lo que va de año, dijeron.
“La decisión de hoy es una grave injusticia que golpea los cimientos de la libertad estadounidense y promete sumir a Carolina del Sur en una crisis de atención médica.(...) La intención del gobernador (Henry) McMaster es clara: usar como arma el sentimiento contrario al aborto para privar a las comunidades con bajos ingresos de atención básica de salud", reaccionó la presidenta y directora general de Planned Parenthood South Atlantic, Paige Johnson.
Según dijo Johnson, la red "continuará operando y ofreciendo atención médica en Carolina del Sur incluso a las personas inscritas en Medicaid".
"Haremos todo lo que esté a nuestro alcance para garantizar que puedan recibir la atención que necesitan a bajo costo o sin costo alguno", añadió.