La gente llora en las calles de Bajos de Haina, por la pérdida de tantos munícipes en la discoteca Jet Set, a quienes vieron  y crecer.

Con un luto irremediable se exponen las memorias de las personas que perdieron la vida en aquella fiesta. “Haina despide con inmenso dolor a sus seres queridos”, reza una valla blanca colocada en el polideportivo donde se realiza un velatorio colectivo.

El alcalde Osvaldo Rodríguez ha dicho que disponen de todo lo que necesiten las familias afectadas, con 25 cadáveres identificados entre sus compueblanos y 221 fallecidos en general. “Noté en la calle cero música, cero eventos al aire libre. Las calles de Haina están terribles”, dijo.

“Haina está de luto”, manifiestan decenas de residentes, ante la cantidad de cuerpos encontrados, tocando las fibras más sensibles de la localidad, con hijos, parejas de esposos, cuñados, hermanos, primos y amigos que perecieron debajo de los escombros.

De estos, la mayor parte formaba la fraternidad Haineros Dorados, quienes se reunían en momentos de festividad, rememorando los años ochenta, además de acompañarse en las circunstancias difíciles.

Este grupo asistió al evento, amenizado por la orquesta del merenguero Rubby Pérez, quien también falleció en la tragedia, celebrando el cumpleaños de dos de sus miembros.