Yocairy Amarante, la joven víctima de la acción de tres hombres que el año pasado le arrojaron la sustancia denominada “ácido del diablo”, desfigurándole el rostro y parte de su cuerpo, estalló de felicidad y tuvo un gesto de agradecimiento para la justicia.
Y esta fue su razón: Ayer, Willy Antonio Javier Montero, su expareja y autor intelectual del hecho, y Pedro Alexander Sosa Méndez (Alex) y Joan José Feliz (Pinol), que lanzaron la sustancia, pagaron por sus actos cuando el Tercer Tribunal Colegiado del Distrito Nacional les condenó a penas de 30 años, individual, de prisión.
Después del fallo condenatorio, Yocairy declaró a los medios, con voz cortada, que sus gritos de felicidad eran nada más porque vio hacerse justicia en su caso.
“Estoy llorando de la felicidad porque mi caso no quedó impune y se hizo justicia”, dijo, entre lágrimas.
Sus familiares se unieron a sus llantos de júbilo y dieron las gracias a Dios, al presidente Luis Abinader y a todos los dominicanos porque “no nos abandonaron”.