La Dirección del Centro de Operaciones de Emergencias (COE) emitió alerta verde, contra inundaciones para cinco provincias, debido a las lluvias que genera una vaguada en varios niveles de la troposfera y al alto contenido de humedad.

En alerta están la Provincia Santo Domingo, La Romana, Distrito Nacional, Santiago y San Pedro de Macorís.

En tanto que, la Oficina Nacional de Meteorología “Onamet” prevé que desde el mediodía y el transcurrir de la tarde ocurran incrementos nubosos con lluvias moderadas a fuertes, afectando a La Romana, El Seibo, Hato Mayor, San Pedro de Macorís, Gran Santo Domingo, Monte Plata, San Cristóbal, Monseñor Nouel, puntos del valle del Cibao, así como, El valle de San Juan y las Cordilleras Central y Septentrional. Entrada la noche, estas precipitaciones desaparecerán paulatinamente, aunque seguirán afectando de forma muy local a Peravia, San José de Ocoa, Hato Mayor, Samaná y María Trinidad Sánchez.

Las temperaturas siguen altas, pudiendo alcanzar los 35 grados .

El mercado del pollo parece no estar en su mejor momento. Se ha registrado un desabastecimiento de la carne blanca, lo que ha generado tanto un fenómeno de especulación y un alza en sus precios, según denunciaron a  vendedores en mercados del Distrito Nacional.

Algunos polleros del Mercado Nuevo de la Duarte y Villa Consuelo,  indicaron que el precio de la libra del producto, al detalle, oscila entre RD$80, RD$85 y hasta RD$90, mientras que el precio en granja está a RD$42.

Ante la especulación, el precio se ha mantenido inestable y puede variar de manera recurrente. Los polleros, según explicaron, han tenido que colocar esos precios ya que las personas que los distribuyen en los mercados venden el alimento a RD$65, RD$66 o RD$68.

Uno de esos vendedores, que se identificó como Ovalles y cuyo negocio se llama “Edison Pollera”, situado en el Mercado Nuevo de la Duarte, dijo que en semanas anteriores la libra de la carne blanca se vendía a RD$15 o RD$20 menos que ahora.

Ovalles atribuyó la escasez del pollo a un supuesto “monopolio” entre los granjeros y los grandes distribuidores. “Son ellos los que tienen el control”, señaló el comerciante.