Cuando el próximo lunes el reloj marque las 5:10 de la tarde, Raymundo Feliz iniciará un largo viaje hacia Qatar, donde se convertirá en el primer dominicano que arbitrará en un Mundial de Fútbol.
Sorprende que apenas 11 años después de haber aprobado un curso básico de un deporteina que nunca jugó, será juez de línea del más importante de los campeonatos mundiales, algo que la inmensa mayoría de sus colegas no logra en toda una vida.
“Estaremos viajando alrededor de 18 horas para llegar a Qatar y ponernos al tanto de los percances y los detalles que involucran al Mundial. Hay nervios”, declara Feliz, de 32 años, consciente del reto que supone representar a unos 11 millones de dominicanos en la justa que se celebrará desde el 20 de este mes hasta el 18 de diciembre.
“Es una responsabilidad bastante grande porque estaré representando a un país que nunca ha participado en un evento de tal nivel ”, resalta el joven profesional de seis pies de estatura y 175 libras de peso.