AFP
Ciudad de Panamá, Panamá
El presidente de Panamá, Laurentino Cortizo, anunció el pasado miércoles que nadie podrá salir de sus casas el próximo fin de Semana Santa para controlar la expansión de la COVID-19.
"Por la seguridad sanitaria del país y (para) preservar la vida y la salud de los panameños, anunciamos que durante sábado 11 y domingo 12 de abril nadie podrá salir a las calles" para cumplir una "cuarentena total", dijo Cortizo en su cuenta de Twitter.
El gobierno panameño ya había decretado anteriormente cuarentena total los domingos, lo que unido a esta nueva medida, nadie podrá salir de su casa, salvo algunas excepciones, durante una parte de la Semana Santa, que inicia este jueves.
En Panamá 63 personas han muerto y 2.528 han sido contagiadas por el nuevo coronavirus. De los infectados, un centenar permanecen en unidades de cuidados intensivos.
Por la situación de la COVID-19 el arzobispo de Panamá, José Domingo Ulloa, se vio obligado el pasado domingo a realizar la tradicional ofrenda de ramos, con la que los cristianos dan inicio a la Semana Santa, desde un helicóptero.
Acompañado de un busto de la virgen Santa María La Antigua, patrona de Panamá, Ulloa sobrevoló la capital panameña y áreas aledañas, donde algunos de sus residentes colocaron los tradicionales ramos y palmas en las puertas de sus viviendas para recibir la bendición desde el aire.
Panamá había decretado anteriormente una cuarentena mediante la cual los hombres solo podían salir durante dos horas, en un horario que depende de la terminación de su número de cédula, los martes, jueves y sábados, mientras que las mujeres pueden hacer lo propio lunes, miércoles y viernes.
Pese a las medidas restrictivas, unas 9.000 personas han sido retenidas o sancionadas por violar, desde el 19 de marzo, las medidas de cuarentena, 589 en las últimas 24 horas.
Por ese motivo, el ministro de seguridad, Juan Pino, advirtió que el gobierno analiza tomar "medidas más coercitivas" como quitar la licencia de conducir por 3 meses a quien viole la cuarentena.