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LEÓPOLIS.- Ucrania podría declararse neutral y ofrecer garantías de seguridad a Rusia para conseguir la paz “sin demora”, dijo el presidente de Ucrania, Volodymyr Zelenskyy, antes de otra ronda prevista de conversaciones entre los dos bandos.
Sin embargo, dijo que sólo una reunión cara a cara con el mandatario ruso podía poner fin a la guerra.
En una entrevista con medios independientes rusos, Zelenskyy insistió en que la prioridad de Ucrania es garantizar su soberanía y evitar que Moscú la despiece. Sin embargo, añadió: “Garantías de seguridad y un status neutral no nuclear para nuestro estado, estamos listos para aceptarlo”. Zelenskyy lo había sugerido antes, aunque no de forma tan clara.
Hace tiempo que Rusia reclama que Ucrania renuncie a entrar en la alianza occidental OTAN, que Moscú considera una amenaza. Zelenskyy dijo que la cuestión de la neutralidad, que mantendría a Ucrania fuera de la OTAN y de otras alianzas militares, debe someterse a votación de los ucranianos en un referendo tras la retirada de las tropas rusas.
“Debemos llegar a un acuerdo con el presidente de la Federación Rusa, y para alcanzar ese acuerdo debe salir de allí por sus propios pies (…) y venir a reunirse conmigo”, dijo en una entrevista, que Rusia prohibió publicar a sus medios. En un mensaje por la noche a su país, Zelenskyy dijo que Ucrania busca la paz “sin demora” en las conversaciones que se celebrarán esta semana en Turquía.
La oficina del presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, señaló que el mandatario turco había hablado el domingo con el presidente de Rusia, Vladimir Putin, y ambos habían acordado que la próxima reunión entre funcionarios rusos y ucranianos se celebrara en Estambul. Estaba previsto que las delegaciones llegaran el lunes por la tarde, según medios turcos, y las reuniones comenzaran el martes.
Las conversaciones anteriores en personas y por videoconferencia no han logrado progresos en poner fin a la guerra, tras más de un mes de combates en los que han muerto miles de personas y más de 10 millones de ucranianos han sido expulsados de sus hogares, incluidos casi cuatro millones que han huido del país.
Aunque la guerra sigue cobrándose un coste enorme, la ofensiva rusa está estancada en muchos frentes. Su objetivo de rodear con rapidez la capital, Kiev, y forzar su rendición ha chocado con una firme resistencia ucraniana, respaldada por armas de Estados Unidos y otros aliados occidentales.
Pero Zelenskyy ha hecho peticiones cada vez más exasperadas a los países occidentales para que hagan más, como enviar cazas, y el domingo acusó a los líderes políticos de cobardía. Los miembros de la OTAN han sido reacios a proporcionar a Zelenskyy el equipamiento más potente que ha suplicado por temor a desencadenar una guerra mucho más amplia.
De hecho, la invasión rusa ha hecho que la mayoría de los estadounidenses esté al menos un poco preocupada por que Estados Unidos se vea arrastrada directamente al conflicto y pueda ser blanco de armas nucleares, según un nuevo sondeo del Centro para Investigación de Asuntos Públicos de The Associated Press-NORC. Es un nivel de ansiedad que recuerda al de la Guerra Fría.
Moscú dice ahora que se centra en asegurar toda la región oriental de Donbás, que está controlada parcialmente por separatistas con apoyo ruso desde 2014.
Un oficial militar ruso de alto rango dijo el viernes que se estaban redirigiendo tropas al este desde otras partes del país. Kyrylo Budanov, director de la inteligencia militar ucraniana, acusó a Rusia de intentar dividir Ucrania en dos, e hizo una comparación con Corea del Norte y Corea del Sur.
“Los ocupantes intentarán llevar los territorios ocupados a una estructura única casi de estado y enfrentarla con la Ucrania independiente”, dijo Budanov en un comunicado publicado por el Ministerio de Defensa.
La guerra de guerrillas ucranianas, señaló, descarrilaría un plan de esa clase.
Ucrania ha prohibido informar sobre movimientos y equipamiento de tropas no anunciados o autorizados por el ejército. Los periodistas que incumplan la ley podrían enfrentar de tres a ocho años de prisión.
La ley no distingue entre periodistas ucranianos y extranjeros. En la carretera a Kiev, vecinos de un poblado buscaban entre los restos de los ataques rusos. Gente de Byshiv, unos 35 kilómetros (22 millas) de Kiev, caminaban entre edificios destruidos y dañados por los proyectiles para recuperar lo que pudieran, como libros, estantes y fotografías enmarcadas.
De pie en lo que antes era una clase de parvulario, la maestra Svetlana Grybovska dijo que demasiados niños habían sido víctimas de los combates. “No está bien”, dijo Grybovska a la televisora británica Sky News. “Los niños no tienen la culpa de nada”.