El Gobierno reafirmó que se iniciará mañana el décimo Censo Nacional de Vivienda que busca levantar los datos de las condiciones de vida de la población, pese a que algunos sectores recomiendan su posposición para 2023.
A solo horas de que inicie el conteo regresivo de este proceso que realizará un equipo censal de alrededor 35,000 participantes, las polémicas crecen como la espuma con declaraciones de diferentes figuras políticas y sociales del país. Alrededor de este tema se formó un debate tanto por las preguntas controversiales incluidas en el cuestionario que se aplicarían a los encuestados, como es la número 64 que pide al responder la consideración sobre su color de piel; es decir, el ciudadano tendrá que seleccionar si se considera, negro o negra, moreno o morena, mestizo o mestiza, blanco o blanca e indio o india, entre otras opciones.
En ese contexto, se desprenden otras interrogantes ante la supuesta legitimación de la presencia de haitianos.
En cambio, el portavoz de la Presidencia, Homero Figueroa, criticó la reacción de algunos sectores sobre la realización de este registro.
El vocero reafirmó que el censo se llevaría a cabo, ya que buscan conocer la información fundamental de la población que permita generar las políticas públicas de una forma eficiente y efectiva para solucionar las necesidades.