Según los resultados de la encuesta nacional de Hogares Propositivos Múltiples de 2017 la delincuencia y la falta de justicia se encuentra dentro de los principales problemas de la República Dominicana ,según la percepción de sus habitantes, rondando el 76.6%, esta realidad nos muestra que nuestro aparato judicial ha ido en decadencia.
En la actualidad no se cuenta con registros de denuncias que culminan en sentencias, pues, muchos de los expedientes son mal instrumentados, no aparecen las pruebas o son mal recolectadas cuando son aperturadas las audiencias hay a menudo violación a los derechos, reglamentos y disposiciones legales, más un sin número de realidades que llevan a la desestimación de casos y a que no se aplican las sanciones de acuerdo a la veracidad de los hechos.
Se entiende entonces que el aparato judicial no ha jugado su verdadero rol desde la persona de los jueces, abogados, fiscales, cuerpo de ayudantes alguaciles, etcétera.
Por lo que se han ganado el descrédito de la población y algunos ha entendido que la mejor manera es tomar la justicia por sus propias manos.
No hay dudas de que necesitamos cambios urgentes, iniciando con la aprobación de nuestro código procesal penal que nueva vez se encuentra en las cámaras legislativas estancado por no aprobar una ley especial que permita separar del código procesal penal el controversial tema del aborto y de una vez y por todas aprobarlo.
Esto afecta no sólo a lo interno de la nación, también en la imagen proyectada al extranjero, por lo que aguardamos con esperanza que pronto empezaremos a ver los cambios que durante años hemos anhelado tanto.
Por Javier Agustín