La lectura de libros, enciclopedias, periódicos, revistas folletos, y consultas en blog de páginas digitales, entre otros, son en una verdadera fuente inmensurable para la adquisición de información y conocimiento.
No se entiende cómo es que teniendo a mano tantas herramientas educacionales con acceso gratuito, la mayoría, gracias al internet; muchos ,especialmente nuestros jóvenes adolezcen de competencias en los aspectos de lecto-escritura.
Muchos justifican el no leer porque dicen tener prisa y no disponen de tiempo para hacerlo o en tal sentido no encontran algo de interés y más bien invierten el tiempo sólo en ver videos en las diversas redes sociales que son publicados por los llamados "influencers".
Generalmente el individuo elige lo que quiere leer conforme a sus intereses; pero sí desde muy temprana edad no ha habido una motivación o no ha contado con ella para asumir la lectura cómo hábito diario a practicar le resultará aún más difícil.
Es por ello que desde las familias, al igual que como lo hace la escuela debe haber una constante motivación a que los niños se insertes desde temprana edad en el mundo mágico de la lectura, fomentando así su apertura al conocimiento y un desarrollo crítico e investigativo qué le permitirá a la vez ir construyendo un ser humano competitivo, social e intelectual.
Por Javier Agustín