El acto de leer constituye una experiencia enriquecedora que permite al lector introducirse en el mundo mágico de la adquisición de nuevos conocimientos que le han de servir en algún momento de su vida para el buen desenvolvimiento y su correlación con el mundo y la sociedad.
La lectura representa un medio de aprendizaje que favorece el desarrollo de las capacidades mentales como la inteligencia, la razón y la formulación de criterios propios. Es a través de ella que se fomentan de manera directa el análisis, la reflexión, el discernimiento, el pensamiento crítico y se alimenta a la conciencia.
La práctica de la lectura debe ejercitarse como un hábito diario, sobre todo los que se encuentran dentro de la edad escolar. Por lo que se requiere la utilización de varios procesos cognitivos a través de esquemas pedagógicos que den lugar a la comprensión de lo que se , ya que la lectura representa el principal requisito para el aprendizaje y la construcción de conocimientos.
Desde los distintos programas educativos dirigidos a los diferentes niveles académicos se debe continuar trabajando en la motivación e incentivar a todo el cuerpo tanto docente como estudiantil para que se realice la lectura diaria.
Cabe destacar que en años anteriores fueron desarrolladas olimpiadas y concursos de lectura, los cuales motivaron la participación a un gran número de estudiantes; por lo que tendrán que ser reformularlos para que nuevamente se puedan ejecutar y aplicar en esta realidad causada por la pandemia del COVID-9, que no debe llevarnos a cruzarnos de brazos, ni al país, ni mucho menos al sistema educativo.
No debe haber espacio para la desmotivación por parte de los docentes y alumnos, debemos continúar y la educación no se debe parar.
Por Javier Agustín